MADRID. España acusó ayer las dudas que despierta en el mercado la capacidad del país para superar la crisis y se vio obligada a pagar más por una emisión de tres denominaciones de bonos a medio plazo con distintos vencimientos. En total, el Tesoro colocó 2.589 millones de euros, 1.127 millones a tres años con un interés marginal del 2,96%, más de medio punto por encima del 2,41% de la anterior subasta, en tanto que otros 973 millones con vencimiento en 2016 se adjudicaron al 4,368 %, casi 9 décimas superior al 3,478 % precedente. Los 489 millones de euros restantes, cuyo vencimiento está fijado para octubre de 2020, se colocaron al 5,363%, tres décimas por encima de lo que se pagaba en la última emisión.
Pero este no fue el único indicador negativo en la jornada de ayer ya que la prima de riesgo de los bonos españoles a 10 años (los de referencia en el mercado) volvió a los 390 puntos básicos respecto al bono alemán (considerado el más seguro del mundo). En un sólo día la prima de riesgo ganó 26 puntos, lastrada por las dudas que en el exterior se ciernen sobre los planes de recuperación diseñados por Rajoy, y se situó en parámetros del pasado mes de noviembre, antes de que tomara posesión el nuevo Gobierno.
El tercer varapalo para la economía española llegó del Ibex 35, el principal indicador de la bolsa estatal, que volvió a caer un 2,09% marcando el mínimo anual y retrocediendo a niveles de septiembre del año pasado. El principal indicador español ha cerrado en 7.661 puntos, tras ceder un 2,09 % en la sesión y acumular unas pérdidas del 10,57 % desde principios de año, con lo que se acerca a los mínimos anotados en marzo de 2009.
Los analistas relacionan esta caída con el fracaso de la emisión de bonos del Tesoro, aunque también con la inestabilidad reinante en el resto de grandes plazas europeas y con la publicación ayer de las actas de la Reserva Federal (Fed), en la que algunos de los directivos del banco central estadounidense se mostraban reacios a aplicar nuevas políticas monetarias expansivas. La bolsa de Fráncfort perdió el 2,84%; París, el 2,74%; Milán, el 2,42%, y Londres, el 2,3%.
límite Pero lo más preocupante, sin duda, es la evolución negativa de la demanda de los bonos españoles (y más teniendo en cuenta que en los Presupuestos ya se consignan más de 29.000 millones para pagar intereses). El ratio de cobertura, la proporción entre la demanda y el importe finalmente adjudicado en la subasta de ayer, fue de 2,5 veces lo ofertado ya que las solicitudes de las entidades alcanzaron los 6.557 millones de euros. Esta baja demanda explica que el Tesoro no cubriera el importe máximo previsto, 3.500 millones de euros, ya que se habría visto obligado a subir aún más los intereses.
Fuentes del Ministerio de Economía quisieron maquillar la operación diciendo que que la colocación se situó cerca del límite bajo del objetivo -2.500 millones-, porque "el Tesoro tiene liquidez suficiente y no necesita forzar al mercado".