Vitoria. Los grandes millonarios españoles lograron ganar un 6% más en el año que se acaba de cerrar, el peor de los tres ejercicios que el país lleva en crisis, según informa el diario Público.
Los 2.148 millones que una docena de multimillonarios aumentaron su patrimonio en 2011 podrían servirles de colchón ante la vuelta a la recesión este año que el propio ministro de Economía confirmó la semana pasada. A la cabeza de estas grandes fortunas está Amancio Ortega, dueño de la multinacional textil Inditex. También figuran su exmujer, Rosalía de Mera; el banquero Emilio Botín, presidente del Santander; la familia Entrecanales, dueña de la empresa de construcción y servicios Acciona; o la familia Del Pino, propietaria de la competidora Ferrovial, además de las hermanas Alicia y Esther Koplowitz, esta última dueña del grupo de construcción y servicios FCC. Asimismo, están los principales accionistas de la rival ACS (la familia de banqueros March; Alberto Cortina y Alberto Alcocer, conocidos como los Albertos, y el presidente de la empresa y del Real Madrid, Florentino Pérez), así como Manuel Jove, el fundador de la inmobiliaria Fadesa, que la vendió por 4.000 millones.
Todos ellos, según el citado rotativo madrileño, acumulan un patrimonio de 37.700 millones a través de sus participaciones en las empresas en las que son grandes accionistas y que cotizan en Bolsa. Esta cantidad equivale prácticamente a la reducción de déficit que pretende hacer el Gobierno este año (con aumento de ingresos y recorte de gasto público) para bajarlo del 8% al 4,4%, un brutal tijeretazo que sufrirán todos los españoles.
Sorprende que, al final de un año de total dictadura de los mercados, la fortuna de los ricos en Bolsa ha superado el difícil reto de acabar con ganancias en unos parqués que, día a día, han mostrado la locura ciclotímica de los fondos de inversión especuladores.
El mayor exponente de cómo superar la tormenta bursátil sin que te salpique está representado por Amancio Ortega. Su imperio Zara, englobado en Inditex, se ha revalorizado en 2011 un 13%, lo que ha hecho a su fundador aún 2.731 millones más rico.
Al margen de incrementar sus ganancias, 2011 queda marcado en el calendario como el año en el que las grandes fortunas españolas se han negado a ofrecer pagar más impuestos como una forma de aportar un granito de arena contra la crisis. Entre los millonarios citados hubo quienes estaban a favor de imitar la propuesta hecha en Francia por la dueña de L'Oréal, Liliane Bettencourt, y del rico Warren Buffet en Estados Unidos.