Vitoria. El hilo de esperanza al que se agarraban los 89 amenazados por el despido de Esmaltaciones San Ignacio no ha aguantado la crudeza de la crisis y a las primeras de cambio se ha roto, como de costumbre, dejando colgados a los más débiles. A partir de hoy, la fabricación de cazuelas, sartenes y demás menaje para el hogar que desde 1955 puso a Vitoria en el mapa, es ya historia. La jueza de lo Mercantil de Vitoria aceptó ayer de manera sorprendente la solicitud de liquidación del negocio planteada por la dirección de la compañía, una decisión que será recurrida por UGT, CCOO, ELA y LAB en los próximos días para tratar de defender el futuro de los casi 90 puestos de trabajo, anunciaron ayer todas las centrales.
El auto, que otorga el control de la empresa a un administrador concursal para que dirija el desmantelamiento de la actividad y el proceso de liquidación de la sociedad, fue firmado el pasado día 7 de septiembre, justo el mismo día en el que los sindicatos de Esmaltaciones intentaron sin éxito reunirse con la jueza encargada del caso para exponerle su versión sobre la situación de la empresa. Entonces, no sólo no fue posible el contacto en primera persona con la magistrada, sino que el escrito que la plantilla ultimaba ayer para enviárselo ya no servirá de nada, al certificarse por sorpresa la defunción oficial de la histórica compañía.
"Posible fraude" En declaraciones a Efe, el responsable de negociación colectiva del Metal en Euskadi de UGT, Paco Antúnez, adelantó que impugnarán el auto de liquidación y pedirán a la jueza que rechace la liquidación e investigue a la compañía porque, a su juicio, "se ha producido un fraude manifiesto".
En la misma línea también se manifestó Comisiones Obreras, que a media tarde envío un comunicado en el que reiteraba el "posible fraude" de Esmaltaciones San Ignacio con los 26 millones de euros de plusvalía que la empresa obtuvo de la venta de sus antiguos terrenos en Olarizu. Según esta central, al presunto fraude "prosiguió con la segregación de la sociedad en un grupo empresarial compuesto por 22 empresas, mientras se descapitalizaba a la empresa original y se abandonaban mercados importantes para la actividad de la compañía".