BILBAO. El proceso de integración de las tres cajas de ahorros de la CAV cumplirá con el calendario previsto y para el viernes 23 de septiembre las asambleas generales de las tres entidades financieras habrán dado luz verde a la fusión de BBK, Kutxa y Vital mediante la aportación del negocio financiero a una nueva entidad bancaria, Kutxa Bank, a la vista de la buena marcha de las negociaciones con la mayoría de los grupos socio-políticos con representación en las asambleas, incluido Bildu, coalición con la que los presidentes de las cajas han mantenido conversaciones muy avanzadas en los últimos días que podrían culminar con el apoyo de los representantes de la coalición abertzale en las asambleas. Fuentes de las cajas han reconocido los contactos pero negaron que exista un acuerdo con Bildu aunque conocedores de la operación insistieron ayer a este medio que estaría muy próximo. Conocido el respaldo a la fusión de los representantes cercanos a las tesis de PNV, PSE-PSOE y PP, sólo faltaba intentar concretar el apoyo, aunque fuese crítico, de la sensibilidad de la izquierda abertzale, en especial la configurada en torno a Bildu, la coalición política más votada en el territorio de Gipuzkoa en las últimas elecciones forales.
Como se recordará, la aprobación de una decisión de tanta trascendencia como es una fusión y la cesión de activos a la figura jurídica de un banco precisa en las cajas de ahorros no sólo la aprobación de los consejos de administración, que ya está, como el visto bueno con una mayoría reforzada en las asambleas generales de BBK, Kutxa y Vital.
Teniendo que cuenta que las asambleas cuentan con 100 miembros cada una se precisaría, más de dos tercios de votos favorables, o sea al menos 67, para dar la luz verde al proceso. En principio, el respaldo en BBK y Caja Vital ya estaría conseguido y sólo falta el de la asamblea de Kutxa. En la caja guipuzcoana la representación está muy repartida y además concurre un elemento adicional novedoso, a partir de 2012 en la asamblea entrará, de la mano de sus resultados electorales, un amplia representación de Bildu, coalición que se muestra crítica con algún aspecto del proceso, principalmente con la bancarización del mismo. Para evitar sorpresas de última hora como aconteció en el anterior intento de fusionar BBK y Kutxa, en la que está entidad no consiguió la mayoría precisa dejando al entonces máximo dirigente de BBK, Xabier Irala, sin poder culminar el acuerdo, el presidente de BBK; Mario Fernández ha decidido intervenir junto con su homólogo en Kutxa, Xabier Iturbe, en las negociaciones con Bildu en aras de buscar el respaldo a una integración de las cajas vascas que se presenta, vista la situación económica internacional y el proceso de reconversión financiero en el estado español, como inaplazable. Aunque el presidente de la BBK ha tenido que aplazar alguna reunión por unas pequeñas molestias físicas, la semana pasada se avanzó de forma importante en las negociaciones con Bildu hasta el punto que la confianza en el éxito de la fusión a tres es prácticamente total.
Bildu habría decidido, según señaló ayer El País, respaldar la operación de integración tras fijar unas condiciones mínimas para garantizar a futuro la labor social de la caja fusionada y el mantenimiento en manos públicas del nuevo banco.
Las negociaciones con Bildu que tendrán que concretarse está semana culminarían en un acuerdo en el que se garantizaría por escrito unos parámetros mínimos de la obra social. En principio, según las fuentes citadas, el nuevo Kutxa Bank destinaría en los próximos años el 30% de sus beneficios a la obra social, pero además se fijaría una cuantía mínima en millones de euros. En cuanto al mantenimiento del banco en el sector público y controlado por las tres cajas como pide Bildu, la realidad es que en un primer momento se garantiza que las cajas serán las titulares del 100% del capital del banco y, en todo caso, mantendrán la mayoría del capital aunque el antiguo banco emisor o las condiciones del mercado obligasen a dar entrada a capital externo al nuevo Kutxa Bank.