Vitoria. Las direcciones de Caja Vital, BBK y Kutxa han decidido blindar de contingencias políticas la operación de fusión fría cuyo acuerdo de integración aprobaron ayer sus respectivos consejos de administración. Los precedentes fracasados de 2005 y 2008 pesan mucho en el acervo de las entidades de ahorro vascas, que han incluido en el contrato suscrito una cláusula en la que se prevé que el proceso de integración no se paralizará "en el supuesto del eventual descuelgue de una de las tres entidades".

De este modo, en enero de 2012 verá la luz el nuevo banco vasco, Kutxa Bank S.A., al margen de un hipotético naufragio en la Asamblea General de Kutxa, donde el equilibrio de fuerzas es más estrecho. Este segundo y definitivo examen se producirá en septiembre, aún con la configuración de las asambleas según las elecciones de 2007, sorteando los vaivenes que podrían provocar las nuevas asambleas -fundamentalmente por la importante entrada de Bildu- que se renovarán la próxima primavera. Con arreglo al guión previsto, los tres consejos dieron luz verde ayer por la tarde al proceso de integración. En el de BBK, sólo el representante de ELA votó en contra; en el de Kutxa fueron cuatro -uno de ellos de EA, también de Aralar-, mientras que en Caja Vital EA también votó en contra.

La SIP resultante nacerá con un volumen de activos -a 31 de diciembre de 2010- de 75.091 millones de euros, lo que la situará como cuarta caja del Estado y octava entidad financiera.

En ese empeño de blindar la operación en el flanco político, los presidentes de las cajas mantuvieron el miércoles contactos con PSE, PNV y PP para darles a conocer el acuerdo y recabar su consenso -representantes de los dos primeros expresaron ayer públicamente su respaldo al proceso-, aunque los populares mantienen sus reticencias sobre la operación. Eso, a pesar de que el contrato suscrito ayer prevé una participación del 11% de Vital en la SIP resultante, superior al ratio 8,4%-9,6% inicialmente previsto en el informe de los técnicos, que fue lo que provocó el desmarque del PP alavés -que manejaba la referencia del 15% del frustrado intento de 2005-. Javier de Andrés comparecerá hoy en rueda de prensa, pero el secretario general del PP vasco, Iñaki Oyarzábal, ya advirtió ayer de que la operación debe garantizar la obra social y el apoyo a los pequeños ahorradores y al tejido productivo. Por su parte, el consejero de Economía, Carlos Aguirre, expresó su satisfacción por la ratificación de un acuerdo que constituye "el primer paso en la consolidación de un proyecto vital para fortalecer el sistema financiero vasco".

Reparto de presencia El acuerdo de integración prevé que en enero de 2012 las tres entidades aporten al nuevo banco sus respectivos activos y pasivos financieros, aunque cada una de ellas mantendrá su estatus jurídico, así como los activos, pasivos y actividades ligadas a sus respectivas obras sociales. La participación de BBK será del 57% y la de Kutxa, del 32%. De este modo, el Consejo de Administración de Kutxa Bank estará integrado por veinte personas de las que 12 serán designadas por BBK, seis por Kutxa y dos por Vital. El presidente será elegido por la caja vizcaína; el vicepresidente primero, por la guipuzcoana, y el vicepresidente segundo, por la alavesa.

Las decisiones, tanto en el Consejo como en la Junta General de Accionistas, se adoptarán por mayoría salvo en el caso de decisiones de carácter estratégico que se contemplan en una lista tasada -como ampliaciones de capital o unión con otras entidades-, que requerirán del acuerdo mínimo de dos de las tres cajas accionistas siendo una de ellas BBK. Lo que en la práctica supone otorgar a la vizcaína capacidad de veto sobre decisiones de especial trascendencia para el futuro del nuevo banco.

Se han determinado tres sedes operativas. Vitoria acogerá la coordinación de actividades de Obra Social y Relaciones Institucionales; Donostia, la actividad de Medios y Recursos y Bilbao, la Actividad Económica y Financiera además del domicilio social.

La obra social Fuera del ámbito de actuación del nuevo banco quedarán las respectivas obras sociales de las tres cajas. Los promotores de esta fusión fría estiman que la nueva entidad podrá casi triplicar sus resultados en cinco años -es decir, pasar de 380 millones de euros en 2010 a 846 millones previstos para 2015-; de manera que, según Caja Vital, prevén duplicar de largo la dotación conjunta a las respectivas obras sociales en ese mismo periodo, lo que supondría pasar de 105 millones de euros en 2010 a 245 millones en 2015. Para los tres primeros años -entre 2012 y 2015- se ha suscrito un compromiso de dividendo para inversión del 30% del beneficio anual.