BILBAO. El proceso de fusión de las cajas de ahorros de la CAV sigue su curso pese a la intervención de agentes como el Partido Popular de Araba que, al igual que aconteció en el anterior intento de integración de 2005, está dispuesto a no respaldar la integración por considerar que los estudios técnicos que otorgan a Caja Vital un peso entre el 8,7 y el 10,5% de la nueva entidad bancaria resultante de la operación no responde a sus expectativas.

Para el PP, "la negociación de los presidentes de las cajas minusvalora el peso y el valor tanto de la caja alavesa, como del mercado que ocupa". Y es que, según señala esta formación política, "el valor de Caja Vital era, hace apenas cuatro años, del 15% en una posible fusión, por lo que no se justifica este 9% que recibiría la entidad alavesa a cambio de traspasar todo su negocio". "Al parecer, la gestión realizada en los últimos cuatro años ha rebajado el peso de la Vital de esa manera", lamentó.

No obstante, la participación de las tres cajas vascas en el nuevo banco resultante de su integración va a tener un reflejo que poco va a tener que ver con la valoración de activos y de las aportaciones de cada entidad que ha realizado Asesores Financiero Internacionales (AFI) y que coloca a BBK con un porcentaje mínimo del 60%, según han informado a este periódico, fuentes conocedoras del proceso.

La horquilla a la baja que ha planteado la consultora dirigida por Emilio Ontiveros con un 59,9% para BBK, 26,6% para Kutxa y 8,7% para Caja Vital, es reflejo de la realidad patrimonial que a día de hoy tienen las cajas, pero le faltan otras variables como son, entre otras, las de solvencia y liquidez de cada entidad, aspectos que serán tenidos en cuenta en la reunión que los presidentes celebrarán el próximo lunes o martes a la hora de fijar la ecuación de los paquetes accionariales en el nuevo banco.

Así, parece que a la propuesta de AFI se le van a aplicar medidas correctoras de carácter político para acercar las participaciones de cada caja en el nuevo banco, porque de lo contrario, una preeminencia de BBK en la operación, que no tenga en cuenta otros factores que los registrados en libros, puede provocar disfunciones importantes, en la puesta en marcha del proceso que se prevé que se cierre el próximo día 30. Para ello, la participación de BBK en el nuevo banco debe bajar algunos puntos por debajo del 60% para que el paquete accionarial de Kutxa supere la barrera del 30% y dejar el peso de Caja Vital en un 10%. "Si la participación de Kutxa en el nuevo banco se queda en un 30% la integración no sale en la asamblea general que debe aprobar la operación", señalaron ayer fuentes de la caja guipuzcoana.

Entre tanto, el PP alavés anunció ayer que de confirmarse el reparto anunciado en el caso de la entidad alavesa, modificará su postura y volverá a posicionarse en contra de la operación: "En estas circunstancias, no está en condiciones de dar su respaldo al procedimiento acordado para articular la fusión fría a través de la venta de activos a un banco de la BBK".