madrid. El secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, aseguró ayer que no descarta llamar a la movilización ciudadana si el proyecto de ley sobre la reforma de la negociación colectiva que presentará el Gobierno el próximo viernes no es satisfactorio para el sindicato y exigió "prudencia" al Ejecutivo para elaborar el texto. Fernández Toxo recordó que la reforma laboral ya provocó "una huelga general". "Yo no descarto absolutamente ningún escenario. Tenemos un conflicto con el Gobierno abierto todavía. No quiero anticipar acontecimientos, sólo llamo a la prudencia", aclaró.
Mientras tanto, el secretario de Acción Sindical de UGT, Toni Ferrer, culpó a la CEOE de "desmantelar la negociación colectiva" al haber dado "un giro radical" en sus planteamientos.
Ferrer lamentó que la patronal haya impedido el acuerdo bilateral cuando ya estaba "prácticamente ultimado" debido a las "presiones internas" que, a su juicio, encabezó la patronal madrileña (CEIM) al exigir una "carta de ruta" que pretende que la mejora de la competitividad del país sea en base a "recortar los derechos de los trabajadores".
La CEOE aseguró, por su parte, que la petición de los sindicatos de querer entrar en las pequeñas y medianas empresas fue una de las causas de la ruptura de la negociación colectiva y que la patronal "no lo podía permitir". En una entrevista en El País, el presidente de la CEOE, Juan Rosell, afirmó que los agentes sociales estuvieron muy cerca de un acuerdo la semana después de las elecciones, pero que posteriormente los sindicatos dijeron que querían intervenir en las empresas, incluidas las pymes.
Además, el ministro de Industria, Miguel Sebastián, aseguró que la reforma de la negociación colectiva será "equilibrada", buscando un balance entre seguridad y flexibilidad. El ministro sentenció que el Gobierno hará la reforma que mejor le convenga a España porque es básico acometer reformas que corrijan los puntos débiles de la economía española, evidenciados sobre todo en tiempos de crisis.