madrid/bruselas. Tanto el Gobierno español como la Unión Europea y otros organismos financeros como la OCDE y el FMI descartaron tajantemente ayer que España vaya a seguir los pasos de Portugal y sea necesario un rescate financiero por parte de la UE y el BCE.
La vicepresidenta segunda del Gobierno y ministra de Economía, Elena Salgado, descartó ayer "absolutamente" que España siga los pasos de Portugal y tenga que recurrir a las ayudas financieras de la Unión Europea. La ministra de Economía subrayó que la situación económica de España es muy diferente a la del país luso y señaló: "Tenemos una historia de superávit fiscales y años de fuerte crecimiento, y eso no lo tiene Portugal". Destacó que el diferencial de la deuda española se ha reducido un 30% en lo que va de año, por lo que ahora "cuesta menos" financirla. Desde hace tiempo, señaló, los mercados distinguen entre las economías de Portugal y España, ya que la española "es más diversificada, potente y competitiva".
La Comisión Europea, el Ejecutivo comunitario, rechazó también que se pueda especular con la economía española después del anuncio de Portugal de que solicitará ayuda financiera de la UE, ya que considera que España "ha cumplido sus compromisos".
El secretario general de la OCDE, Ángel Gurría, descartó también tajantemente que España pueda sufrir un contagio de la crisis portuguesa y alabó las decisiones tomadas por el Gobierno español en el último año, adoptadas, dijo, "muchas veces sin el apoyo del PP, que supuestamente debía estar a favor".
También el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, dijo que las medidas adoptadas por España van en la dirección correcta y que así lo han anticipado los mercados. Trichet aseguró que "es muy importante que España continué lo que ha definido hace unos meses, que ha sido apreciado progresivamente por los observadores, ahorradores e inversores como la dirección correcta".
La petición de rescate de Portugal, lejos de suponer una amenaza para España, calmará a los mercados y reducirá la presión sobre el país, como se ha demostrado en la última subasta de bonos, según varios expertos.
El jefe del Servicio de Estudios de Catalunya Caixa, Xavier Segura, señala que la preocupación que debe tener España tras el anuncio de la petición de rescate debe limitarse a los "riesgos específcos" que se derivan de la presencia de empresas españolas en el país luso. Sin embargo, recuerda que "para que se produzca un efecto dominó las fichas deben estar cerca", caso que no es el de España, ya que, por lo pronto, su prima de riesgo es menor. "Eso nos aleja bastante de la posibilidad de contagio".
Por su parte, el director del Servicio de Estudios del Instituto de Estudios Económicos, Gregorio Izquierdo, señala que "paradójicamente" el rescate de Portugal garantiza que pagará su deuda y despeja dudas en los mercados. "En el caso español, el riesgo se ha reducido además por las reformas estructurales realizadas y la percepción de que está haciendo los deberes", añade.
Desde Self Bank comparten que el rescate de Portugal "despeja" las dudas sobre la deuda que "se jugaban" los bancos españoles en el país vecino. "Las dudas sobre Portugal estaban siendo un lastre para España", señalan, para asegurar que la petición de ayuda financiera de Portugal "al final" acabará "viniendo bien" a España.