Lisboa. Standard & Poor"s (S&P) se ha dado prisa en cumplir la amenaza que lanzaba el lunes y rebajó ayer la nota de solvencia de la deuda portuguesa en un peldaño hasta BBB-, con lo que se queda a un paso del bono basura, una calificación que equivale a que es una "inversión cuestionable" sólo apta para inversores especulativos. El recorte, el cuarto que sufre Portugal en apenas una semana y, de hecho, el segundo por parte de S&P en este periodo, ha recrudecido el acoso contra su deuda en los mercados, donde se apuesta a favor de un rescate más pronto que tarde. Por su culpa, la rentabilidad exigida a los títulos del Tesoro luso ha seguido marcando nuevos récords en el mercado secundario de deuda, lo que complica aun más las posibilidades de salir del bache por su cuenta sin recurrir al auxilio de los socios del euro. Además, lo que añade más dudas sobre el futuro del país, la agencia de calificación de riesgos ha dejado su calificación en perspectiva negativa, con lo que es posible que vuelva a recortarla en el plazo de tres meses.
En los mercados, la noticia deterioró aun más la ya castigada deuda de Portugal, que ha cruzado la frontera entre la posibilidad de sobrevivir por sus propios medios y la duda razonable de lograrlo a raíz de la crisis política desatada por la dimisión de su primer ministro, José Sócrates, el pasado miércoles, tras el rechazo del Parlamento a su cuarto plan de ajuste. En concreto, la prima de riesgo de Portugal volvió ayer marcar su segundo máximo consecutivo desde que el país entró en el euro al alcanzar los 466 puntos básicos. Este indicador es el mejor termómetro de la confianza en las finanzas de un país y que se establece a partir del diferencial entre los intereses que se piden por comprar sus bonos a 10 años en el mercado secundario, donde se negocian los títulos una vez emitidos, frente a los alemanes, de referencia.
En la deuda a corto plazo, donde las dudas de los inversores ante eventuales problemas de pago por parte de Lisboa son mayores, tal y como demuestra que el diferencial entre sus letras y las alemanes aumenta a los 595 puntos básicos, el nivel al que cotizan sus bonos superan ya a los tipos que desbocaron el rescate de Irlanda.
Como reflejo de la decisión de Standard and Poor"s los intereses que penalizan la deuda lusa a corto plazo subieron casi 25 puntos base y llegaron, en el caso de los bonos a dos años, al 7,67 %. Los títulos lusos a diez y cinco años ya habían batido otro récord al situarse ayer en el 7,82% y el 8,53%, respectivamente.
Entretanto, el Banco de Portugal anunció una revisión a la baja de sus previsiones que pintan un negro cuadro de la economía lusa, con una recesión del 1,4% para este año, un aumento de casi el 1% del desempleo y una inflación del 3,6%.
Además, S&P redujo también la calificación crediticia de Grecia en dos escalones, hasta hundirlo dentro del rango de bono basura con una nota de BB-.