BILBAO. Euskadi es la comunidad con menor pérdida de empleo en la crisis, con un -4,9 por ciento (por debajo de la media española del -9,7%), a pesar del "muy elevado" peso de la industria y gracias "al bajo peso de la ocupación en la construcción" y a una aportación "notable" de los servicios colectivos, según el último Indice Laboral Manpower 'El mercado de trabajo en los trimestres centrales de 2010 y el impacto de la crisis en las CCAA'.
Esta edición del estudio continúa con el análisis de la evolución del mercado de trabajo español en los dos últimos semestres (abril-septiembre 2010) e incluye un monográfico en el que se analiza el mercado laboral en cinco comunidades autónomas.
Esta "capacidad de absorción" de la crisis por parte del mercado de trabajo de Euskadi tiene lugar a pesar de su marcado sesgo hacia el empleo industrial. En efecto, Euskadi destaca como la comunidad autónoma, entre las de mayor tamaño, con un peso más elevado del empleo industrial al principio de la crisis, en el tercer trimestre de 2007.
Desde este punto de vista, Euskadi aparece como una excepción al fenómeno general de a mayor peso del empleo industrial, mayor crisis ocupacional, que se ha analizado anteriormente en los casos de Cataluña y de la Comunidad Valenciana y que, desde otro punto de vista, explica el mejor comportamiento del mercado laboral en Madrid.
En líneas generales, Euskadi ha vivido durante la crisis una "modesta" pérdida de empleo (la menor del país) y una caída de la población activa (-0,7% frente al +3,7% de media española) que se han traducido en el menor avance del paro en España (64% a comparar con el 155% de media).
SECTORES
Una segunda característica del mercado de trabajo de Euskadi es el bajo peso del empleo en la construcción que, en el momento inicial de la crisis (tercer trimestre de 2007), se situaba en último lugar entre las comunidades españolas, con sólo el 9,4 por ciento de su empleo, lejos del 13,3 por ciento de promedio español. El hecho que Euskadi presente un sesgo ocupacional hacia la industria y en contra de la construcción implica, por otra parte, que los servicios aportan un empleo relativamente similar a la media española.
A pesar de este particular "sesgo" productivo de Euskadi, con una notable especialización ocupacional en la industria, la pérdida de empleo manufacturero en la crisis (del tercer trimestre de 2007 al tercero de 2010), del 13,6 por ciento, es notablemente inferior a la media española (del -21,3%), y muy alejada, también, de otras comunidades autónomas con un sesgo industrial elevado, como los casos de Cataluña (-19,5%) o la Comunidad Valenciana (-29,3%).
No obstante, dado su elevado peso en el total de la ocupación, esta contracción industrial explica el grueso de las pérdidas ocupacionales de Euskadi en la crisis, con una destrucción de 32.000 puestos de trabajo, unas dos terceras partes del total.
Las razones de ese mejor desempeño relativo de la industria vasca reflejan el buen comportamiento de amplio conjunto de ramas productivas que no pierden empleo en la crisis. Así, en Euskadi las ramas extractivas, energéticas, del papel, la química, el material de transporte o las industrias diversas, todavía continuaron ganando empleo en el conjunto de los tres años de crisis analizados.
Además, en el sector de la metalurgia y productos metálicos, el dominante en la industria vasca al principio de la crisis, la caída es mucho menor a la media española. También hay que destacar los aumentos de ocupación en los subsectores más directamente vinculados a la construcción (el de transformación de minerales no metálicos), frente al desplome de esas ramas en el resto de España, así como el positivo desempeño de la importante rama de material de transporte.
Esos mejores resultados han permitido "absorber el choque" operado en la rama de maquinaria, que contrajo su empleo en un 40 por ciento y cuyo peso (del 17,8%) al principio de la crisis explica que más del 54 por ciento de las pérdidas de ocupación industriales se hayan concentrado en esa rama.
EL PARO INMIGRANTE Y EL FEMENINO CRECE MENOS
Asimismo, se indica que, mientras que en el conjunto de España los inmigrantes han sufrido un crecimiento del paro superior al de los nativos (un 193% de los primeros frente a un 143% de los segundos), en Euskadi ha ocurrido "todo lo contrario".
Los inmigrantes han experimentado, en esta comunidad, un crecimiento de sólo el 25 por ciento (casi 8 veces menos que en el resto de España), mientras que los nativos de un 76,6 por ciento, casi 3 veces más, aunque hay que tener en cuenta su relativamente bajo peso en la población activa (del 9%). Esta diferencia ha provocado que los inmigrantes pasen de ser un 25 por ciento del total de parados a ser un 19 por ciento.
Por sexo, se han registrado 12.000 paradas, un 29 por ciento del total, mientras que los hombres aportan el 69 por ciento restante. Las primeras han sufrido un aumento del desempleo del 33 por ciento, substancialmente menor que el 103 por ciento de sus compañeros, siendo esta diferencia entre sexos "mucho más acentuada" que en el resto de España.
Si se toman los tres años de crisis, entre el tercer trimestre de 2007 y el tercero de 2010, el volumen absoluto de nuevos activos cae en unos 10.000 en Euskadi. De éstos, y de forma parecida a lo que ocurre en España, las mujeres aportan el grueso de los nuevos efectivos, con 15.000 nuevas activas (y un crecimiento relativo del 3,4%), mientras que los hombres, por su parte, experimentan un retroceso del -3,8%.
También, como en el resto de España, este cambio en la dinámica de la actividad en la crisis refleja no sólo el distinto comportamiento de hombres y mujeres, sino el de nativos e inmigrantes, con los primeros con un fuerte retroceso (de -20.000, una caída del -2,0%), de forma que el crecimiento es de los nacidos fuera de España (unos 12.000 y un avance del 13%).
Debido a ese comportamiento inmigrante, se observan caídas de activos en los grupos de edad más jóvenes (entre 16 y 34 años se reduce en casi 50.000 individuos) y ganancias entre los 35 y más años (de unos +40.000). Cuando se desagrega el cambio en la actividad por niveles de estudio, el avance agregado de los 150.000 nuevos activos entre el tercer trimestre de 2007 y el tercero de 2010 recoge, en especial, el aumento de los niveles educativos superiores (aumento del 5,2%) y caídas en niveles bajos y medios.