En Irlanda hay quórum. Todos, sean del color político que sean, están de acuerdo en que la culpa de la crisis la tienen los bancos. Hay quien culpa a las entidades financieras y también al primer ministro Brian Cowen, a quien acusan de aplicar políticas neoliberales y ser cómplice de los bancos. Y hay quien solamente culpa a los bancos y cree que el Gobierno ha sido engañado. El hándicap es que los bancos irlandeses aprobaron los test de solvencia realizado hace unos meses.
Imelda Hyes forma parte del segundo grupo. Dublinesa de 71 años, pensionista y con diez nietos, está muy enfadada con los bancos: "Llevan años mintiendo". Asegura que la idea de sacar todo su dinero ya no suena descabellada. "Conozco gente que ya lo ha hecho. Visto lo visto, me estoy planteando muy seriamente hacer lo mismo. He trabajado duro toda mi vida como para dejar en manos de esos ladrones el dinero que he ahorrado para mis hijos y mis nietos". La propuesta del exfutbolista Eric Cantona de colapsar el sistema financiero retirando el dinero del banco precisamente hoy está teniendo su eco en Irlanda.
Daniel Royo, riojano de 22 años, lleva tan sólo dos meses viviendo en Dublín y ya comparte la histeria bancaria. "No es que esté preocupado, pero hace diez días intenté sacar dinero del cajero y no funcionaba. Me alarmé bastante, pero sólo era un fallo temporal, ordinario". Lo cuenta en tono jocoso, pero en Irlanda nadie se fía de los bancos.
APRENDER INGLÉS
Irlanda deja de ser una opción
Royo es uno de los cientos de jóvenes que tras licenciarse han decidido perfeccionar su inglés en el extranjero. Las calles de Dublín siguen abarrotadas de jóvenes que llegaron siguiendo los últimos coletazos del Tigre. El riojano dice que, a pesar de que la crisis no se nota en las calles, todo el mundo comenta la dificultad para encontrar trabajo. "Antes trabajaba todo el que quería, ahora la cosa está más difícil". Él todavía no está trabajado, pero no pierde la esperanza de encontrar algo más adelante.
Eric Urzelai se encuentra en una situación parecida, aunque le ha pillado todo más de sopetón. El joven de 23 años y vecino de Urretxu (Gipuzkoa) llegó el pasado lunes a Dublín. Había oído hablar de las dificultades económicas en Irlanda. "Las cosas por Euskal Herria tampoco parece que vayan muy bien y Dublín es una ciudad perfecta para vivir; al menos lo era hace cuatro años, cuando la visité por primera vez. Aprender inglés es importante", dice. Ambos, Royo y Urzelai, no pierden la esperanza de cumplir su objetivo en Dublín. En cualquier caso, más que extranjeros, a Irlanda le espera una alta tasa de emigración para los próximos años. Los primeros estudios hablan de que en los cuatro años en los que se va a prolongar el plan de recorte del déficit 100.000 irlandeses abandonarán la isla. E Irlanda tan sólo cuenta con cuatro millones de habitantes.
De todos modos, ni los pensionistas ni los recién licenciados son los que más van a sufrir las consecuencias del rescate. Según todas las predicciones, la franja de edad que se enfrentará a mayores dificultades es la que oscila entre los 30 y los 35. Son jóvenes hipotecados cuyo trabajo corre peligro y van a tener que pagar una vida más cara. Dory Timmons, irlandesa de 59 años, tiene dos hijos de esta edad. Los dos están en paro y tiene cada uno un niño. "La crisis no me preocupa por mí, me preocupa por mis hijos. Yo sé que no cerraré el negocio (vende flores en la calle Harcourt, en el centro de Dublín) porque está en una zona muy buena, pero no voy a poder mantener dos familias. Nos esperan tiempos duros":