BILBAO. El próximo día 16 de noviembre, Iberdrola y ACS volverán a acudir a los tribunales de justicia, en Madrid, para dirimir un nuevo capítulo del enfrentamiento que mantienen por el intento de la constructora de acceder al consejo de la eléctrica vasca para consolidar sus cuentas y arreglar, así, el elevado endeudamiento que arrastra la compañía presidida por el máximo dirigente del Real Madrid, Florentino Pérez, iniciativa rechazada por la mayoría de los restantes accionistas de la sociedad dirigida por Ignacio Galán.

Ambas compañías han cruzado sendas impugnaciones en los tribunales, una de ACS por la que cuestiona que se cesara a un representante suyo en el consejo de administración de Iberdrola, y otra, de la eléctrica en la que cuestiona las cuentas de resultados de la constructora correspondientes a 2009.

El próximo martes 16 de noviembre el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Madrid que lleva el magistrado Carlos Nieto atenderá la audiencia previa al juicio por la impugnación que Iberdrola presentó sobre las cuentas de resultados correspondientes al año 2009 de la empresa ACS, por estimar, según anunció la compañía presidida por Ignacio Galán, que "incluyen numerosas infracciones de la normativa vigente y no muestran la imagen fiel de su patrimonio".

El despacho de abogados de Matías Cortes defiende la tesis de la eléctrica que cuestiona las cuentas de ACS por no incluir en los resultados las importantes minusvalías de algunas de sus participaciones accionariales. Esta nueva escaramuza judicial se suma a las ya realizadas en los tribunales de Bilbao a instancias de ACS y que tendrá continuación el próximo año en un juicio. Como se recordará, el juicio entre Iberdrola y ACS se celebrará el próximo 18 de enero de 2011 en la capital vizcaina, después de que ambas partes no llegaran a un acuerdo en la audiencia previa celebrada el pasado siete de octubre en el Juzgado número 1 de Bilbao. El juicio será consecuencia de la demanda interpuesta por ACS contra los acuerdos de la última junta de accionistas de Iberdrola, que impidieron a un representante de la constructora entrar en el consejo de la eléctrica.

Mientras se resuelven las acciones judiciales, grupos de accionistas de Iberdrola, así como las dos compañías, mueven sus hilos: una (Iberdrola) para evitar que ACS entre en el consejo y otra (la constructora) para conseguir los derechos de voto, en la próxima junta de accionistas de Iberdrola, de al menos el 20% del capital aunque no compre las acciones correspondientes a dicho porcentaje. Con la actual cotización de Iberdrola, un 20% del capital supondría un desembolso de unos 6.500 millones de euros. Previendo una batalla en la citada junta del próximo año, grupos de accionistas minoritarios de la eléctrica se están planteando sumar fuerzas de cara a la referida Junta de Accionistas de Iberdrola para defender sus intereses.

Como se recordará los accionistas minoritarios se alían, en su mayoría, con las tesis de Galán que señala que si un accionista, para el caso ACS, quiere controlar la eléctrica que lance una opa por el 100% que beneficie a todos los poseedores de acciones. No hay que olvidar que en un momento en que Endesa quiso fusionarse con Iberdrola y tomar su control, la oposición de los accionistas minoritarios vascos que se sindicaron y buscaron el apoyo de los grandes fondos de inversión norteamericanos fue clave para parar una operación lesiva para los intereses mayoritarios vascos. El objetivo de los accionistas minoritarios es llegar a controlar un 2% ó un 3% del capital, una cifra no especialmente elevada, pero que puede ser decisiva para inclinar la balanza en la próxima junta de Iberdrola de mayo de 2011 en pro de las tesis, hasta ahora mayoritarias, del equipo de Galán o de las de Florentino Pérez.