GASTEIZ. La consejera de Empleo, Gemma Zabaleta, acompañada por el responsable del órgano estadístico de su Departamento que ha hecho el estudio, Luis Sanzo, han presentado hoy sus conclusiones en la comisión correspondiente del Parlamento Vasco.

El informe analiza la repercusión de la renta de garantía de ingresos en los niveles de bienestar del País Vasco, en comparación con la situación media en el Estado y en otras comunidades autónomas, en los que el modelo de servicios sociales es distinto al vasco.

La renta de garantía de ingresos supone un gasto anual de más de 300 millones de euros, el 40,2 por ciento del total del gasto en conceptos parecidos en España. Sus titulares en el País Vasco suponen el 38,4 por ciento de los que perciben ayudas similares en el resto de España, mientras que Euskadi cuenta con sólo el 2 por ciento de los hogares en riesgo de exclusión del total del Estado.

Como peculiaridad del sistema vasco, Sanzo ha recordado que la RGI llega, además de a personas sin ingresos, a otras que lo usan para complementarlos, como es el caso de los pensionistas. Asimismo, ha señalado que está orientada para estimular el acceso al empleo.

En cuanto a su influencia en el empleo, el estudio señala que la RGI ha contribuido a mantener 26.770 puestos de trabajo que, de no existir esta ayuda, se hubieran perdido por la crisis.

De éstos, 4.567 están ligado al fomento del consumo gracias a la percepción de la RGI, mientras que 22.203 están relacionados con el sistema de estímulos de empleo relacionados con la RGI. Este sistema permite a personas con bajas rentas de trabajo, completar sus ingresos con esta prestación.

El total de empleos mantenidos supone el 40,4 por ciento de los no perdidos en Euskadi, en comparación con los destruidos en el resto del Estado.

Por ello, el estudio concluye que la RGI ha facilitado un "menor impacto del desempleo y de la temporalidad" y una "mayor resistencia de Euskadi a la crisis".

Asimismo, indica que tiene "una contribución decisiva" en la mejora del bienestar en Euskadi, ya que la tasa de pobreza en el País vasco es del 4,1 por ciento, tres veces menor a la media española (12,5%), mientras que la tasa vasca de pobreza infantil es del 6% y la española es del 18,5%.

Además, los datos del informe apuntan a que el PIB vasco se reduciría casi en un 2 por ciento, en el caso de acercarse a las tasas de ausencia de bienestar de lugares como Madrid o Catalunya, con políticas de garantías de ingresos distintas a la vasca.

Por ello, Zabaleta ha insistido en que los niveles de bienestar y calidad de vida en Euskadi "no serían posibles" sin la RGI, tras subrayar que su aplicación "reduce la pobreza, amortigua la destrucción de empleo, impacta en la salud de la población y dinamiza la economía".

La consejera ha recordado que cuando llegue el traspaso de las políticas activas la gestión de la RGI va a pasar al Sistema Vasco de Empleo y va a estar ligada a itinerarios de inserción laboral.

Ha indicado que su previsión es mantener las previsiones de gasto para este capítulo, al tiempo que ha negado que las mayoría de sus perceptores sean "vagos" que no quieren trabajar, ya que el 60 por ciento de los beneficiarios tienen un empleo o son personas que complementan sus pensiones.

"No creo mucho en las políticas de los recortes de cosas eficientes porque sólo sirven para rascarnos el bolsillo y nada mas.

No hay que recortar nada que sea eficiente para el sistema porque sino lo pagaremos a corto o medio plazo", ha concluido.