madrid. El Gobierno, la patronal CEOE y los sindicatos CCOO y UGT tienen hoy una última oportunidad para pactar la reforma del mercado de trabajo y evitar así que el Ejecutivo la apruebe por real decreto. Esta tarde está previsto que el ministro de Trabajo, Celestino Corbacho, se reúna con el presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, y los secretarios generales de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, y de UGT, Cándido Méndez. Si no hay acuerdo, el Gobierno empezará desde mañana jueves a negociar su propuesta de reforma laboral con los partidos políticos, según fuentes gubernamentales. El plazo que ha fijado el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, para debatirla con los partidos, siempre que no haya habido acuerdo con los agentes sociales, es hasta el Consejo de Ministros del miércoles 16 de junio.
Las posiciones están tan alejadas que el propio Corbacho afirmó ayer que ve "difícil y complicado" que haya pacto con la CEOE, CCOO y UGT e incidió en que hoy es la última oportunidad. También señaló que el Ejecutivo llevará a la mesa de negociación "medidas más concretas" para intentar un pacto.
También el portavoz parlamentario del PSOE, José Antonio Alonso, ve "muy incierto" el acuerdo.
Sobre las conversaciones con los partidos, el portavoz de ERC en el Congreso, Joan Ridao, dijo que la apoyará si fomenta la contratación indefinida, dificulta la temporal y da mas "oxigeno" a la negociación colectiva. El portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, condiciona su apoyo a que haya una verdadera negociación y no se filtren las conversaciones a los medios.
Desde el Partido Popular se reclama una reforma "urgente" que flexibilice el mercado de trabajo y favorezca a las pequeñas y medianas empresas, que representan el 99% del tejido empresarial español. La última vez que se vieron Corbacho, Toxo y Méndez y Díaz Ferrán fue el miércoles 2 de junio.
No fue posible el acuerdo y lo que decidieron fue continuar los contactos hasta hoy. Nada ha cambiado para el Gobierno, los empresarios y los sindicatos, que siguen viendo difícil el consensuar un texto.
El secretario de Estado de Seguridad Social, Octavio Granado, destacó ayer que los sindicatos y los empresarios han alcanzado ya "muchos acuerdos parciales" sobre la reforma laboral, que se respetarán si el Gobierno decide finalmente aprobarla unilateralmente.
En previsión de que el Gobierno apruebe una reforma "lesiva" contra los trabajadores, CCOO inició el viernes pasado los preparativos para convocar una huelga general, para la que ni el sindicato de Toxo ni el de Méndez ponen fecha, aunque se baraja el 30 de junio.
El Gobierno quiere generalizar el uso del contrato de fomento del empleo estable (su indemnización por despido es de 33 días frente a los 45 de un ordinario), impulsar el empleo juvenil, concentrar las bonificaciones a la contratación en los colectivos más castigados por el paro y fomentar la reducción de jornada como alternativa a los despidos.
Así aparece en su último documento del 12 de abril, que rechazan los sindicatos, así como posibles modificaciones para facilitar el despido objetivo, cuya indemnización es de 20 días por año trabajado con un límite de 12 mensualidades, o el descuelgue de las empresas de los convenios firmados.