josé maría gorordo
vocal del tribunal vasco de cuentas públicas
"El control de las cuentas públicas" es la segunda tesis doctoral de José María Gorordo y también un libro con interesantes propuestas para que la actuación de las administraciones, su decisiones y, sobre todo, la gestión que hacen de los recursos, no margine a la sociedad.
Beatriz sotillo
vitoria. José María Gorordo, como vocal del Tribunal Vasco de Cuentas Públicas y ex alcalde, sabe de la importancia del control de la gestión de las administraciones, pero también es consciente de que ese control es mejorable. De hecho, hace unos meses defendió una tesis doctoral sobre el control de las cuentas públicas, que ahora ha convertido en libro, y que sostiene que una mayor participación y transparencia en los actos y decisiones administrativas mejoraría una labor que ahora se basa fundamentalmente en auditorías internas y la fiscalización posterior.
Supongo que este libro analiza los procedimientos de control de la gestión pública.
Las cuentas públicas suponen el 50% de la economía y las administraciones tienen que gestionar esos recursos respondiendo a lo que esperan los ciudadanos que ya no se conforman con votar, también exigen que la gestión sea eficiente y eficaz. Antiguamente el control de esos recursos públicos estaba exclusivamente en manos de la propia administración, pero hace unos 30 años se produce un cambio fuerte, incluso revolucionario, y el control pasa a un órgano especializado que depende del legislativo: los tribunales de cuentas. El libro va de eso.
¿Qué propone para mejorar ese control?
Propongo la introducción de elementos de control de la transparencia y la objetividad en las decisiones públicas. Lo baso en la necesidad de que tanto el que gobierna como la oposición participen en la toma de decisiones. Como, por ejemplo, la contratación de personal, las adjudicaciones o la gestión de las empresas públicas. La participación de todos los grupos, respetando su peso, en esas actuaciones aumentaría la transparencia de las decisiones y mejoraría el control, ésa es mi argumentación de fondo.
Tal y como funciona la política ¿eso no entorpecería el control?
Ese podría ser el único aspecto negativo, pero creo que no lastraría la acción de control. Me baso en mi experiencia. Cuando era alcalde di responsabilidades a todos los grupos y el sistema funcionaba porque todos querían hacer cosas por Bilbao. Yo propongo que la oposición no se limite a recibir información, sino que también participe en el proceso de toma de decisiones, así se controlarían mejor las cosas.
Esta propuesta ¿es para todas las administraciones o sólo para los ayuntamientos?
Lo planteo para todas las administraciones. Reconozco que una administración municipal tiene más posibilidades de aplicar esto, porque si hay parlamentos que distancian las decisiones siempre resulta más difícil.
¿Dónde cree que pueden estar las mayores reticencias para aplicar este modelo?
En que las mayorías siempre quieren gobernar. Pero no debemos olvidar que las minorías también son parte de la sociedad y de la representación. El que gana gobierna, pero el otro también está y representa a una parte de la sociedad.
¿Cree que la crisis económica puede aumentar las irregularidades en las cuentas de las administraciones públicas?
Creo que no, porque los cambios en las administraciones son muy sólidos. Antes tenían la contabilidad de caja, ahora eso ha desaparecido y las modernas técnicas contables de las empresas privadas se han introducido en la administración de tal forma que mantienen su gestión al margen de crisis y coyunturas económicas. Lo que sí podría haber es más necesidades y menos recursos, pero nosotros, desde el Tribunal de Cuentas, no entramos ahí, eso es cuestión de los parlamentos.
Y el aumento del endeudamiento por parte de las instituciones ¿podría ser un problema?
No, porque la capacidad de endeudamiento tiene unos límites. Además, un endeudamiento sensato, para cubrir necesidades, siempre que se cumplan los límites es bueno. Creo que las administraciones tienen que atender las necesidades y también tienen que empujar económicamente, sobre todo en tiempos de crisis.
José María Gorordo, con su nuevo libro. Foto: jose mari Martínez