madrid. El presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, aseguró ayer que no se marchará de la patronal mientras que los empresarios quieran que siga en el cargo, y dejó claro que seguirá defendiendo los intereses de los empresarios con la "misma ilusión, la misma fuerza" y con la experiencia "de lo duro" que resulta pasar por el cierre de una compañía como el de Air Comet.
En declaraciones a Onda Madrid, Díaz Ferrán recordó que los que tienen que decidir si sigue como presidente de la CEOE no son "ni los periodistas, ni los médicos ni los funcionarios, ni los partidos políticos", sino que son los empresarios que ya le mostraron su apoyo el pasado 16 de diciembre, cuando puso su cargo a disposición de la CEOE. "Hubo auténtica unanimidad y me dijeron que de ninguna manera podía dejarlo", a pesar de que reconoció que sí había barajado esta posibilidad.
Sin embargo, resaltó que los miembros de la patronal le aseguraron que estaban "encantados" con su gestión. "Mientras eso siga así no me voy a ir de la CEOE". Añadió que la presidencia de la CEOE es un cargo que le "atrae" porque le da una "enorme satisfacción" conseguir cosas que benefician a los empresarios.
situación de la compañía Asimismo, aprovechó para pedir "miles de disculpas" a todos los viajeros afectados por el cierre de Air Comet y agradeció el esfuerzo llevado a cabo por los trabajadores de la compañía, por Aviación Civil y por el Ministerio de Fomento, que está intentando dar soluciones a todos afectados. En cuanto a su responsabilidad en la situación que atraviesa Air Comet, ya por la tarde y en rueda de prensa, Díaz Ferran culpó del cierre de la aerolínea a la crisis económica, la falta de créditos para la compañía y la decisión "desproporcionada" del juez británico que prohibió la actividad de los aviones de Air Comet hasta que abone una deuda de 25 millones de dólares (unos 17,6 millones de euros) al banco alemán Nord Bank.
Aunque reconoció que tenían problemas para pagar el queroseno de los aviones, así como su leasing (alquiler), afirmó que "diariamente" inyectaban dinero del Grupo Marsans para que la aerolínea siguiera funcionando. Preguntado si debían de haber dejado de vender pasajes ante la falta de liquidez y del impago de nóminas, respondió que ambas cosas "casan perfectamente" porque se seguía buscando créditos y, sin ingresos, se para una compañía. No obstante, causó gran sorpresa que reconociera que "si viera esta situación desde fuera no hubiera elegido a Air Comet" para volar porque se estaban registrando huelgas.
fernández de la vega La vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, eludió criticar la decisión de Díaz Ferran de seguir al frente de la CEOE con un diplomático "el Gobierno respeta escrupulosamente la independencia de las asociaciones empresariales para decidir quiénes son sus máximos representantes". Sobre la quiebra de compañía indicó que el Gobierno está actuando "en tiempo y forma con todos los protocolos" a la hora de someter a control a las aerolíneas que operan en España.