madrid. Los bancos que operan en España lograron un beneficio neto atribuido de 12.709 millones de euros hasta septiembre, el 10,7% menos que un año antes, con una tendencia que va a continuar en el último trimestre de este ejercicio y también en 2010. Así lo explicó ayer el secretario general de la Asociación Española de Banca (AEB), Pedro Pablo Villasante, que aseguró que se trata de unos resultados positivos en el contexto actual de recesión económica y de incremento de la mora, que se situó al cierre del tercer trimestre en el 3,6%, frente al 1,9% de septiembre de 2008.
En este escenario, Villasante destacó la prudencia desplegada por las entidades financieras españolas, que destinaron hasta septiembre 15.993 millones de euros a provisiones y a cubrir pérdidas por deterioro de activos, lo que representó un incremento interanual del 66%.
En los nueve primeros meses del año, la actividad de la banca se ha desarrollado en un entorno "muy complejo", en el que se ha registrado una fuerte caída del consumo de las familias y de la inversión de las empresas y que para los bancos se ha traducido en un descenso generalizado de la demanda de crédito y en el mencionado incremento de la mora, explicó Villasante.
Sin embargo, el sector bancario ha seguido dando crédito, como refleja el incremento del 5,1% registrado por la inversión crediticia consolidada del sector, hasta 1,3 billones de euros, aunque este negocio cae el 0,4% si se tienen en cuenta las cuentas individuales de los bancos, con una evolución similar a la de los principales países de la zona del euro. Esto es así, explicó, a pesar de que los sistemas financieros de estos países han recibido ayudas por un importe cercano a 600.000 millones de euros, y España no, con lo que estos resultados se pueden considerar "un éxito de la banca española".
Villasante se refirió a las dudas sobre lo que ocurrirá cuando desaparzcan "las cuantiosas medidas de estímulo públicas implantadas por los distintos países", y opinó que las autoridades no deberían hacer nada hasta que la recuperación económica esté asentada y, en cualquier caso, deberían coordinarse.
Tras considerar que ya ha pasado lo peor de la crisis, se unió a las voces que pronostican que España saldrá de la crisis con retraso.