A la hora de planificar unas vacaciones, a menudo nos enfrentamos a tener que decidir entre estancias “todo incluido” o viajes personalizados. Ambas opciones ofrecen experiencias únicas, pero es esencial analizar su impacto en la economía doméstica antes de tomar una decisión. Para ello, debemos realizar una comparación exhaustiva entre una opción y otra, considerando los costos y beneficios, ser plenamente conscientes de la situación financiera del hogar y tener en cuenta nuestros gustos personales.
Estancias ‘todo incluido’
Las estancias “todo incluido” son paquetes de viaje que incluyen alojamiento, comidas, bebidas y actividades, todo en un único precio. El atractivo de esta opción a primera vista es evidente, ya que proporciona una sensación de tranquilidad y permite a los viajeros controlar su gasto con anticipación. Al pagar un precio global por adelantado, los viajeros pueden tener una mejor estimación de los gastos totales y pueden reducir significativamente los gastos diarios en alimentos.
Las estancias que ofrecen ‘todo incluido’ aportan tranquilidad y permiten controlar el gasto con anticipación.
Sin embargo, este tipo de paquetes vacacionales ofrecen menos flexibilidad. Al estar atado a un paquete predefinido, los viajeros pueden tener menos libertad para personalizar su experiencia y ajustarla a sus preferencias individuales. Asimismo, tienen un costo inicial más alto en comparación con un viaje personalizado y pueden alejar a los viajeros de la cultura local y de la auténtica experiencia del destino al concentrar, normalmente, a los huéspedes en resorts y grandes hoteles a pie de playa.
Viajes personalizados
Los viajes personalizados, por otro lado, ofrecen la posibilidad de diseñar un itinerario a medida, eligiendo alojamiento, comidas y actividades por separado, lo que brinda una mayor flexibilidad y la oportunidad de explorar el destino de manera más auténtica. De esta manera, los viajeros pueden diseñar un itinerario a su medida, seleccionando alojamiento, restaurantes y actividades de acuerdo con sus preferencias y presupuesto. Al alejarse de los destinos turísticos más masificados, la experiencia se vive con mayor autenticidad y los viajeros pueden sumergirse en la cultura local y disfrutar de experiencias propias de cada lugar. Además, en este tipo de viajes los viajeros pueden tomar decisiones conscientes sobre su economía, cómo gastar su dinero y adaptar sus gastos según lo que consideren prioritario.
Los viajeros que visitan su destino con itinerario propio conocen mejor la cultura local y disfrutan con mayor autenticidad.
Sin embargo, es importante señalar que la preferencia por unas vacaciones “todo incluido” o personalizadas a cada cual puede variar según el destino, el tipo de viaje, el presupuesto disponible y el perfil del viajero. Algunas personas disfrutan de la comodidad y simplicidad de un paquete que incluya todas las cosas esenciales, mientras que otras aprecian la flexibilidad y la oportunidad de crear una experiencia única y a su medida. Al final, la elección dependerá de los intereses y prioridades individuales de cada viajero.
Menos gasto previsto para este verano
Los españoles gastarán un 1% menos de media. El gasto medio previsto por los españoles para las vacaciones de verano es de 1.174 euros, un 1% menos que en 2022, cuando fue de 1.184 euros, según Cetelem.
Gasto medio por español. Para el 30% de los españoles encuestados, el gasto medio oscilará entre 0 y 350 euros. Un 26% gastará entre 601 y 1.500. Un 22% hará un desembolso superior a 1.500 euros y un 21% tiene previsto gastar entre 351 y 600.