La esperada segunda edición del Ironman Vitoria-Gasteiz por fin ha podido celebrarse a lo largo de todo el día de hoy pero, desgraciadamente, el regreso de los triatletas a las calles no ha supuesto la vuelta completa de la normalidad. Y es que el siempre caprichoso destino ha querido hacer un último guiño para que el recuerdo de 2021 sea definitivamente inolvidable. El motivo no es otro que la obligada conversión de ironman a duatlón que ha tenido que protagonizar la prueba.

Cuando poco antes de las ocho de la mañana los participantes ultimaban todos los detalles antes de lanzarse al agua, nada hacía presagiar lo que iba a ocurrir a continuación. De repente una impenetrable niebla comenzó a cubrir la playa de Landa y todo el embalse en el que se iba desarrollar el segmento de natación, limitando la visibilidad cada vez más. Ante la evidencia de que en esas condiciones resultaba imposible nadar, la organización ha optado por aguardar un tiempo a la espera de que mejoraran las condiciones pero, al no producirse este cambio, no ha quedado más remedio que alterar la hoja de ruta.

Así, una hora después de la hora de salida inicialmente prevista se ha anunciado la suspensión de la natación y la reducción del ironman a los segmentos de bicicleta y carrera a pie. Una modificación que obligaba también a alterar el formato de la carrera.

En lugar de la habitual salida conjunta de todos los participantes en el agua, se ha optado por una escalonada -por parejas y cada quince segundos- para evitarel drafting (ir a rueda de otro corredor). Con ello, claro está, ha cambiado completamente la manera de encarar la prueba de los participantes que, además de no haber completado los casi dos kilómetros de natación, carecían de las habituales referencias al haber casi una hora de tiempo real de diferencia entre el primero y el último en tomar la salida.

De esta manera, la clasificación que se establecía en función del orden del paso por los puntos intermedios poco tenía que ver muchas veces con la auténtica, que tenía en cuenta el tiempo empleado por cada participante. Una circunstancia que ha añadido emoción en la línea de meta, porque participantes que la cruzaran más tarde perfectamente podían acabar por delante en la clasificación definitiva.

Tras la tensa espera de Landa, el segmento de bicicleta ha arrancado a un ritmo vertiginoso. La adrenalina acumulada y el hecho de tener las fuerzas intactas ha provocado que prácticamente todos elevaran un punto sus prestaciones. Hasta la referencia tomada en el ecuador aproximado del segmentro (kilometro 95,5), el español Jorge Abel Olivar Borderías ha marcado el mejor registro sobre las dos ruedas pero a partir de ahí ha cedido ante el empuje de los más fuertes en la bicicleta.

Así, el francés Yannick Matejicek, el italiano Massimiliano Marsili y el británico Vanrisch McLean, por este orden, coparon los tres puestos de honor en el paso a la carrera a pie. Con la mitad de la prueba ya completada, ha llegado el momento de afrontar el siempre exigente maratón final, remate de la prueba que ha servido para que Matejicek consolidase su primer puesto con solvencia. Una gran actuación que le ha servido para cruzar en primera posición la línea de meta instalada en el Buesa Arena y, además, alzarse con la victoria en la general con un crono de 7.29.15.

Por detrás suyo se han situado el británico McLean (7.39.50), el español Borderías (7.45.11), el belga Wouter Gryp (7.46.28) y el portugués Filipe Estafero (7.47.33) mientras que la sexta posición ha sido para el vitoriano David Mendes (7.47.54), que con una gran actuación en el maratón se ha colado en los puestos de honor y, además, ha obtenido el premio añadido de hacerse con uno de los billetes para el mítico Ironman de Hawai que repartía la cita gasteiztarra. Sin duda el broche de oro para el alavés, que no ha podido reprimir la emoción en la línea de meta.

Por lo que respecta a la competición femenina, también ha tenido una clara dominadora en la figura de la turca Sera Sayar. En el último tercio del segmento de bicicleta la otomana ha comenzado a marcar el mejor registro en la clasificación provisional y ya no ha abandonado esa posición hasta poder levantar los brazos en la línea de meta tras más de ocho horas y media de esfuerzo (8.35.27).

Una actuación espectacular que le ha permitido aventajar en nada menos que alrededor de treinta minutos a sus acompañantes en el podio definitivo. Se trata de la británica Davina Greenwell y la holandesa Anja Rehlinger, quienes durante toda la competición han marchado en las posiciones de honor y han obtenido definitivamente la plata y el bronce del Ironman gasteiztarra.