La Federación alavesa de hockey es la única que no se encuentra en Vitoria-Gasteiz. La enorme tradición de este deporte que ha existido siempre en Ayala explica que su sede se encuentre en Llodio y que su presidente, Héctor Borge, sea de la zona. El dirigente tiene una gran experiencia en el puesto porque acumula muchos años al frente de la misma, concretamente desde 2012 ininterrumpidamente y antes otros 4 años hasta que se marchó a la Vasca para ejercer de director técnico. Reconoce que cuando la gente piensa en hockey suele vincularlo a un deporte que se realiza sobre patines, pero que el de su federación “es deporte olímpico y se puede jugar en hierba o sala, aunque las reglas para cada uno sean diferentes”.

El presidente de la Federación alavesa tenía que ser de Ayala sí o sí…

Sobre todo porque casi todo el mundo que lo juega en Álava es de esta zona. Aunque es un deporte muy minoritario, en los 90, sobre todo del 90 al 96, en Ayala hubo un boom del hockey muy importante. Había muchísimos equipos y se movió muchísimo el hockey sala. La medalla de oro de Silvia Manrique en Barcelona`92 fue un pelotazo e incluso se organizó un campeonato de Europa en el 94 en Llodio de hockey sala. En el 93 se consiguió tener un campo municipal de hierba y los clubes se fueron pasando poco a poco a la hierba. En aquel momento se consiguió jugar varios años en la División de Honor estatal y hubo varias jugadoras en la selección.

Aquellos fueron los años dorados, ¿ahora cómo es la situación?

La situación ahora no es boyante, pero tampoco es la peor que hemos tenido. Cuando se creó el campo de hierba, aunque la gente que estaba dirigiendo los clubes en ese momento creyó que era la mejor forma de salir hacia adelante, la verdad es que se perdió mucho volumen de licencias. La instalación está a las afueras, se descentralizó y el nexo con los colegios se diluyó. Los clubes, como estaban arriba quisieron fichar jugadores de fuera, y a la larga no fue bueno… Un cúmulo de circunstancias

¿Eso en que cifras se traduce ahora?

Ahora mismo estamos entorno a las 100-120 licencias, aunque hay bastantes jugadores y jugadoras que juegan tanto hockey hierba como hockey sala, con lo que algunas licencias podrían estar duplicadas. A nivel de clubes tenemos 4: Rapid Apill y Hockey Laudio Kirol Elkartea, que solo juegan sala, en juvenil masculino y 2ª división masculina, respectivamente; Satorrak, que tiene un equipo veterano masculino y uno veterano femenino; y el Ganbegi que juega en 1ª división masculina, juvenil y cadete y algunos escolares, tanto en hierba como en sala.

No has nombrado mucho el deporte escolar

Porque ahora mismo es nuestro caballo de batalla. Hasta hace dos temporadas estábamos flojos, pero estábamos manteniendo un grupo benjamín y otro alevín, pero con la pandemia... Hay que intentar recuperar esas categorías y queremos desarrollar un programa que ya veníamos haciendo antes en los colegios para que la gente recuerde que sigue habiendo hockey en Álava. Además, queremos ir recuperando a las chicas, porque estamos haciendo intentos, está el equipo de veteranas y el juvenil, pero nos está costando armar una estructura.

¿La captación se hará solo en Ayala?

Tenemos que dosificar esfuerzos y si nos ponemos a estar en todos los lados al final no llegas a ninguno. Así que vamos a aprovechar nuestras fortalezas para conseguirlo primero en esta zona, sí. Somos constantes, ofrecemos el deporte escolar en euskera y el tema de la igualdad nos viene en el ADN. Hemos tenido competiciones mixtas desde hace años luz. Así que aprovechar eso para conseguir que los txikis vuelvan y, quién sabe, si se anima más gente.

¿Tenéis alguna asignatura pendiente más?

A nivel estratégico sabemos que tenemos que vendernos más y mejor. Hacemos un montón de cosas que no se conocen y tenemos que contarlas. Tendremos que empezar a estar más presentes en redes sociales, hemos generado una página web nueva y veremos más herramientas de promoción para poner en práctica con este objetivo

Si tuvieras que “vender” a alguien las bondades del hockey para que se animen a probarlo, ¿qué les dirías?

Es un deporte de equipo muy familiar en el que no sobra nunca a nadie y que te permite enlazar diferentes etapas, desde edad escolar hasta máster 65. Es un deporte que engancha y que te permite mantenerte jugando en diferentes niveles, a diferentes ritmos y diferentes competiciones toda la vida. Además, te permite viajar muchísimo, aunque lo más destacable es la familiaridad.