La plantilla del San Ignacio estudia otras formas de protesta

Cuatro días después de mostrar públicamente su hartazgo por la situación que están viviendo con los campos de entrenamiento, los jugadores del San Ignacio siguen sin tener ninguna respuesta al respecto desde las diferentes partes implicadas. 

Lo cierto es que con la adversa climatología que se espera de ahora en adelante las cosas pueden ir a peor al respecto, en cuanto a posibilidades de entrenamiento y en ese sentido no hay que descartar ninguna posibilidad en un futuro no muy lejano, incluso con alguna medida más drástica si cabe.

En las últimas horas, la plantilla ha vuelto a reunirse para valorar lo realizado en estas jornadas y hay quien piensa que deben ponerse encima de la mesa todas las opciones. 

De entrada, es posible que a lo largo de la semana que viene haya una reunión entre el Ayuntamiento, la Federación Alavesa de Fútbol y dirigentes del cuadro blanquinegro. Pero está por ver si de ese encuentro hay una solución definitiva. 

La clave de todo reside en cierta manera en el mayor cuidado que deben recibir los campos de hierba natural de Betoño si las lluvias son importantes durante las próximas semanas.

Hasta ahora se trataba de preservar de la adversa climatología el uso de dichos terrenos de juego, sin apenas actividad en los meses de otoño e invierno, pero la situación es otra distinta esta temporada al decirle en verano el Consistorio al San Ignacio que podía entrenar con normalidad en dicha ciudad deportiva. 

Así que la propia empresa encargada del mantenimiento tendrá algo que decir al respecto. Es de suponer que si hay un contrato y unas cantidades estipuladas es por algo. 

Resulta cuando menos sorprendente que con las pocas lluvias que se han dado hasta estos días en Vitoria, el San Ignacio no haya podido completar más que tres entrenamientos completos en las dos últimas semanas. 

Basta un ejemplo para hacerse a la idea de cuál está siendo la situación en ese sentido de la plantilla que dirige Aritz Castro: comparándose con la Cultural de Durango, su rival del pasado fin de semana, el cuadro de Adurza lleva diecisiete entrenamientos menos en lo que va de temporada. Un dato más que llamativo y que debe hacer ver a las partes implicadas que la situación ha de afrontarse con rigor y sobre todo celeridad.