El Nàstic de Tarragona se ha convertido en el primer equipo de fútbol del Estado en querellarse contra un árbitro. El colegiado es Eder Mallo, nacido en Bilbao y perteneciente al Colegio de Árbitros de Castilla y León, a quien el club catalán acusa de falsedad documental y corrupción deportiva tras haberle investigado a través de una agencia de detectives.
Los hechos se remontan al 22 de junio, cuando el Nàstic jugaba el partido de vuelta de la eliminatoria contra el Málaga, en el que los andaluces consiguieron el ascenso a la Liga Hypermotion. Tras la vorágine de polémicas que rodearon al encuentro, el asunto se ha reavivado al darse a conocer que los catalanes han iniciado un proceso judicial contra Mallo, quien arbitró el enfrentamiento.
El club de Tarragona asegura que el colegiado vasco “falseó” el acta del partido y que adoptó varias decisiones para favorecer al equipo andaluz, que logró el ascenso al empatar con un gol en la prórroga tras el 2-1 del partido de ida. “Al finalizar el partido, el árbitro confeccionó el acta correspondiente y en la misma se indica que finalizado el tiempo reglamentario fue precisa la realización de la prórroga reglamentaria para resolver cuál de las dos escuadras ascendía de categoría”, reza la denuncia.
La agencia de detectives Método 3, contratada por el Nàstic, asegura que tiene pruebas de que el árbitro vasco pactó beneficiar al Málaga a cambio de un ascenso de categoría, lo que quintuplica su sueldo hasta los 100.000 euros anuales. Además, el conjunto catalán encargó al exárbitro Xavier Estrada Fernández que realizara un análisis del partido. El excolegiado catalán identificó “más de trece errores flagrantes, entre los cuales destacan nueve acciones de jugadores del Málaga que deberían haber sido sancionadas con tarjeta amarilla”.