El brasileño Iury Martins Curpentino, asentado en Vitoria desde hace más de 15 años, se ha convertido en un maestro del Jiu-Jitsu merced a su cinturón negro con tercer dan. Además, este vitoriano de adopción acaba de proclamarse campeón en el Open de Madrid IBJJF, donde ya estuvo con alumnos de su gimnasio, el New Era XXI. De él espera que salgan muchos más campeones.
Recientemente se ha proclamado campeón del Open Madrid IBJJF. ¿Cómo se encuentra?
Estoy muy contento porque la Federacion IBJJF es la más importante del mundo del Jiu-Jitsu y estoy feliz, ya no solo por mi, sino por todos mis alumnos, quienes han realizado un gran papel. En el torneo estuvimos un total de siete competidores y conseguimos tres oros, cinco platas y un bronce.
Tiene un currículum con muchos logros. ¿Cuál es el más especial?
Los torneos brasileños 2004, 2005 y 2007 han sido muy importantes para mí, porque estaban los actuales campeones mundiales de mi época, y había mucha presión. También el sul-americano fue muy importante, ya que estaba en la transición de subir de cinturón morado a marrón, con lo que tenía que ganar sí o sí, y al final fui campeón. Aunque uno que no olvidaré jamás fue el campeonato IBJJF europeo No-Gi (sin kimono) en Roma, donde llegué a la final contra un ídolo, Alain Fifou. Nunca habría pensado antes en la posibilidad de poder compartir el tatami con una referencia tan importante y mucho menos tenerlo como adversario. Ese campeonato fue el que más me ha marcado en toda mi carrera.
¿Cuáles son sus próximos retos?
El Open Madrid que se ha celebrado hace días en Madrid tenía mucho valor para mí, ya que es un torneo que tiene mucho prestigio. Sin embargo, el Mundial es el objetivo que tengo entre ceja y ceja y es dentro de dos años en Estados Unidos.
¿Alguna posibilidad de medalla?
Es muy difícil, ya que el nivel es muy alto. Es el campeonato del mundo y están los mejores atletas. Para poder optar a eso hay que prepararse mucho y aún así es complicado. Por mi parte, con tal de poder llegar, competir y disfrutar, estaría contento.
Por cómo habla, da la sensación de que le queda mucha cuerda en el Jiu-Jitsu. ¿Es así?
Lo bueno que tiene este deporte es que está organizado por categorías de peso, cinturones y edad, y eso te permite pelear muchos más años a diferencia de otros deportes de contacto como el boxeo o el kick boxing, donde la edad suele estar entre los 18 y los 35 años como atleta de alto nivel. En cambio, en el Jiu-Jitsu, a partir de los 30 años, se separan por categorías de cinco en cinco años. Entonces, yo quiero pelear durante mucho tiempo, y el mejor ejemplo de que esto es posible es el veterano Luis Galilea, quien lleva más de 30 años compitiendo y justo ahora acaba de proclamarse campeón europeo en su categoría. Entonces, por qué no durar incluso hasta los 70 años hasta que el cuerpo aguante.
¿Ha tenido un bonito recorrido en las artes marciales?
Así es. Yo ahora soy cinturón negro de tercer dan, que es tercer grado y me encuentro compitiendo en la categoría de peso pesado. Sin embargo, empecé con Capoeira y con la lucha libre a los 8 años de edad. Después, ya me cambié al Jiu-Jitsu con kimono a los 12.
¿Por qué eligió las artes marciales?
Todos mis amigos jugaban al fútbol, que al final es uno de los deportes más conocidos de mi país, pero yo era el peor y no se me daba nada bien. Entonces, al final opté por el deporte con contacto como la Capoeira y después la lucha libre.
¿Cuál es su rutina de entreno?
De lunes a viernes siempre entreno una hora y media por la mañana y otra hora y media por la tarde. Luego, imparto clases, que siempre ayuda al entrenamiento personal.
¿Por qué eligió Vitoria para vivir?
Acabar aquí fue como el destino, ya que estuve en un Campeonato Europeo en Suiza, pero hay que especificar que a pesar de ser un Europeo fue un torneo abierto para todo el mundo y todos los países. Entonces quedé segundo en mi categoría y después me llamaron para dar unas clases y cursillos en Ciudad Real. Luego, fui a Bilbao para participar en una competición, donde me hicieron una oferta para impartir clases en Vitoria y eso que un día y medio después me iba a Brasil. Pero me convencieron enseñándome el gimnasio del K2, el cual me gustó bastante tanto a nivel deportivo como luego la ciudad y su gente, y al final me quedé. Y hasta el día de hoy.
Después de 15 años, el gimnasio K2 ya será como su casa, ¿no?
Sí, son unas instalaciones increíbles. Eso sí, ahora además de impartir clases en el K2, también tenemos un gimnasio propio desde hace un año, el New Era XXI. Ahí nos estamos centrando más en los atletas como competidores, mientras que en el K2 quizá está más enfocado como actividad. La mayoría que va ahí hace Jiu-Jitsu, pesas o kick boxing y no se centran mucho en un solo deporte, es como que van para probar un poco de todo. Mientras que en el gimnasio New Era lo que queremos es poder sacar futuros atletas y que el día de mañana sean campeones europeos y mundiales. Esa es la idea que tenemos.
Habla en plural, ¿quién le ayudó a empezar con su propia aventura?
El gimnasio lo abrimos hace ya más de un año, y me ayudó Marta, mi mujer. Ambos decidimos dar ese paso porque queríamos coger un grupo de niños de categoría infantil, desde los 5 y hasta los 12 y otro desde los 13 hasta los 17. Además, ya hay algunos con un gran futuro por delante y quién sabe si podemos tener ante nosotros a los futuros campeones.
¿Cómo trabajan en el New Era XXI?
Es un lugar donde estamos formando nuevos campeones. Queremos que lo sean no solo dentro del tatami como atletas, sino también fuera de él. Nuestra idea es instruir a los jóvenes y adolescentes a través del deporte y que puedan conquistar más cosas, como que sean más determinados y que si empiezan algo, no lo dejen a medias y llegar siempre hasta el final. Esa es nuestra filosofía y la del Jiu-Jitsu, ya que empiezas con el cinturón blanco y la meta es llegar hasta el negro. Al final, el Jiu-Jitsu te ayuda en tu día a día para ser mejor persona, te ayuda a crecer, ser más determinante y tener más fuerza de voluntad.
