Llueve fuera y la temperatura es fresca. La carretera puede esperar. Pello Bilbao (25 de febrero de 1990, Gernika) ha decidido refugiarse en casa para continuar con la hoja de ruta que le lleve a 2024 con la ambición intacta. “Siempre tienes retos”, subraya. Habla el gernikarra, el mejor ciclista vasco del curso, -vencedor de una etapa del Tour y sexto en la general- con este periódico mientras hace rodillo antes de sentarse a comer. El vizcaino mantiene el apetito intacto para una campaña que pivotará alrededor del Tour, donde quiere volver a triunfar.

¿Ha podido descansar? 

Sí, aunque depende lo que se entienda por descanso. Si se refiere a descanso mental, sí. El físico no lo sé porque parece que siempre estoy a tope. Creo que me canso lo mismo entrenando que cuando no lo hago porque no paro quieto. Pero en general, ahora estoy más desconectado. 

La catarata de emociones que tuvo en el Tour, salir desde casa, vencer una etapa... ¿le pasó factura en el aspecto mental? 

No sólo por el Tour. Acabé un poco saturado por la preparación de la carrera, que fue muy demandante en todos los sentidos. Cuando acabé el Tour necesitaba desconectar. Corrí la Clásica de Donostia con la ilusión de volver a casa y competir en una carrera única y especial para nosotros. En esa situación sacas fuerzas para ello. Además sabía que llegaba en un punto perfecto de forma y había que aprovechar esa oportunidad. Por ejemplo, le dije al seleccionador que mi meta estaba en París y que haría un esfuerzo para llegar a la Clásica, pero no me iban a dar las fuerzas para llegar a más, al Mundial. No estaba mentalizado para otro objetivo. Lo único que quería era parar. Era más un asunto psicológico que físico, porque anteriormente había hecho burradas físicas como enlazar dos grandes vueltas pasando por el Mundial entre medias, pero al final, el requerimiento que ha tenido el Tour ha sido muy exigente. Notaba mucha responsabilidad y presión puesta por mí mismo. Necesitaba descansar.

El esfuerzo mereció la pena porque pudo ganar una etapa y ser sexto en la general.

Fue un sobreesfuerzo pero con una motivación especial y todo salió a la perfección. Es cierto que el esfuerzo fue muy grande pero cuando logras eso en el Tour, sabes que ha merecido la pena. Eso te anima a volver a repetir esos esfuerzos. 

"No iré a Australia para llegar más fresco a la Itzulia y las Ardenas. Mi gran objetivo será el Tour"

¿Ya tiene esbozada la próxima campaña? 

Sí. Ya tengo mi temporada en mente. Sé más o menos lo que va a ser a grandes rasgos y estoy mentalizado. El inicio es importante. Ahora estoy construyendo la base. Hay que empezar con los esfuerzos en progresión porque no hacer bien los cimientos puede ser un error grave a la hora de construir el resto de la temporada.

¿Qué objetivos se marca para el nuevo curso?

Firmaría estar metido en la pomada entre los mejores 10 o 20 del mundo. Eso demostraría que he sido capaz de hacer una buena temporada y ser regular. Si consigo un par de victorias parciales sería feliz. Para un corredor como yo, que no soy un rematador nato, con ganar una par de carreras al año y ser competitivo durante todo el año, estaría muy bien. Van a ser objetivos muy similares a los de la pasada temporada. Empezaré en Valencia e intentaré apuntar de nuevo al Tour de UAE, que es una carrera a la que le tengo la medida cogida. Volveré a la Itzulia, espero que con más suerte (el pasado curso tuvo que dejar la carrera tras la segunda etapa por enfermedad) e iré a las Ardenas. Para ello sacrificaré el comienzo. No iré a Australia para llegar con más frescura a la Itzulia y a las Ardenas. Y como principal objetivo estará el Tour. De momento solo pienso hasta el Tour. Después ya veremos. Sí que tengo algunos objetivos pendientes. Me gustaría probar un año en la Vuelta, aunque no sé si este será el año. También quiero estar presente en la última parte de la temporada y, por qué no, disputar el Mundial puede estar dentro de los planes. 

Este curso ha sido nuevamente el mejor ciclista vasco. Ha progresado una vez más. ¿Considera que el próximo año puede dar un paso adelante? 

La carretera y los rivales lo dirán. Ellos me pondrán frente a mi realidad. Yo voy a seguir trabajando como hasta ahora. Nadie sabe si seguiré mejorando o no. No sé hasta dónde puede dar el cuerpo. La idea es buscar motivaciones y metas igual de potentes que este año para exigirme al límite.

"La idea es buscar motivaciones y metas igual de potentes que este año para exigirme al límite"

Varios de sus coetáneos han dejado la bici y han traslado la idea de estar cansados mentalmente por la exigencia de la competición.

Yo creo que todo el mundo tiene una fecha de caducidad. Lo que pasa es que la fecha de caducidad no la pone la edad, sino que la ponen los años que llevas exprimiéndote al máximo. Yo siento que he empezado a exprimirme al máximo más tarde que gente que se ha retirado con mi edad o más joven. Los resultados lo demuestran. Creo que mi fecha de caducidad se pudo activar hace seis años y, en cambio, la de Peter Sagan o Pinot se activó mucho antes. Creo que se trata de una cuestión de resistencia mental; de dónde sacas la motivación para estar haciendo lo mismo año tras año y consiguiendo lo mismo. Si vas consiguiendo más, quizás tienes una motivación para seguir, pero si tocas techo a los 21, lógicamente es difícil seguir trabajando a esta intensidad.

Visto así, ¿considera que cualquier mejora se debe más al aspecto mental que al físico? 

Yo creo que sí, pero eso no sólo ocurre en esta etapa. Diría que es así en todas las etapas. Siempre te puedes exigir un poco más y siempre puedes hacer las cosas más perfectas, pero la barrera mental se suele encontrar antes que la barrera física. Ahora mismo es difícil encontrar más frentes de mejora. Año tras años intento perfeccionar el trabajo en cada campo. Lógicamente, lo que no hay que hacer es relajarse y lo mismo que empecé a trabajar la técnica de pedalada hace dos o tres años, pues lo sigo haciendo. Me enfoco en ello en cada entrenamiento. Estoy haciendo un trabajo más preciso en los ejercicios complementarios…. Cada año se trata de perfeccionar en todos los sentidos. 

Es ambicioso. ¿Se ha marcado un reto? 

Conseguir más de lo que he conseguido este año no es fácil. Al final, simplemente igualarlo sería bueno. Si que quiero conseguir algo diferente. Eso me motiva. Tratar de ganar donde no he ganado es algo que me motiva y volver a ganar en el Tour me motiva especialmente. Soy consciente que el salto que tengo que dar para estar en el podio de un Tour es complicado de dar y quizás en ese sentido ya he encontrado mi techo, pero dando el mismo nivel que di para ser sexto en el Tour, igual me da para hacer podio en un Giro. Año a año intento ponerme una meta nueva y este año intentaré, sobre todo, centrarme en el Tour e intentar repetir la gesta. 

"Con la salida de Mikel del equipo tendré más responsabilidad, pero no es algo que me genere estrés. Lo tomo con naturalidad"

¿No hay nada más grande que ganar en el Tour? 

Es algo que he podido comprobar este año. Es el mejor escenario posible para ganar. El Tour es el Tour. Es el mejor escaparate que tenemos. Creo que puede ser comparable a lograr un Mundial o una gran clásica.

Al menos ya sabe lo que es ganar en el Tour. Eso le quitará un peso de encima.

Eso seguro. Correré sin presión desde el inicio. Entraré en la carrera con otra mentalidad. Correr en casa te da mucho, pero genera una presión extra que no es fácil de gestionar. Me quitaré ese peso de encima.

Supongo que correr el Tour en casa supuso una gran emoción. 

Las emociones que hemos vivido en las presentaciones, durante las etapas, en el recorrido, con toda la gente, es una sensación muy difícil de igualar. Estás en el mejor escenario posible, el Tour, y corres en casa, con la afición que tenemos aquí en Euskal Herria. Es algo que no voy a vivir en ninguna situación. No le diré que es como ganar una etapa del Tour, porque esa explosión de emoción que sientes es una vez en la vida, pero lo que hemos vivido en el Tour en casa es algo que también recordaremos, ganando o no ganando. 

Mikel Landa ha dejado el Bahrain. Usted ha firmado tres años más. ¿Tendrá más responsabilidad que antes en el equipo? 

Lo que siento es que en realidad no va a cambiar mucho mi rol en el equipo. El año pasado sólo trabajé para Mikel en el Tour, que sobre el papel estaba por encima de mí. La única cosa que puede cambiar es que no haya nadie por encima de mí en el Tour, pero en la práctica, el año pasado pude hacer mi carrera y aprovechar la situación. Sí que es verdad que tendremos más responsabilidad porque intentaremos hacer lo mismo con menos referentes en el equipo y eso sí que te da mayor responsabilidad. El peso a repartir será mayor. A cada uno le toca un poco más. Es algo que no me genera vértigo porque es una responsabilidad que he ido cogiendo poco a poco. Si me hubiese caído de golpe hace seis o cuatro años no lo hubiese soportado, pero me ha venido poco a poco y la he ido cogiendo de una manera muy natural. No es algo que me genere estrés. 

¿El hecho de ser padre le ha cambiado la perspectiva sobre el ciclismo? 

Sí que me ha hecho cambiar las prioridades. En esas prioridades, sin duda, la número uno es el papel de padre y en la dos está ser un buen ciclista. He tenido que quitarme de otras actividades y de otros pasatiempos y centrarme en lo más importante en este momento. Creo que sigo dedicándole la misma energía al ciclismo. Soy consciente de que tengo que aprovecharlo porque esto no va a durar mucho.

Fue uno de los ciclistas invitados por ASO, la organización del Tour, para los criteriums de fin de temporada. Allí se unió a otras estrellas. Supongo que a uno le reconforta estar en ese grupo de elegidos. 

Sí, pero más que eso por el hecho de poder disfrutar la experiencia y poder viajar a lugares que normalmente no iríamos a competir. Allí compartí momentos con la familia y con otros corredores del pelotón que sólo nos relacionamos en carrera y en momentos de gran estrés. Los criteriums te dan la oportunidad de conocer a los ciclistas en otros ámbitos. Para mí no fue una cuestión de trabajo sino más bien de disfrute. 

También ha sido un año muy duro con la muerte de su compañero Gino Mäder. ¿Cómo se gestiona una situación tan dramática?

No sé cómo se gestiona. Se ha gestionado cómo ha salido, cómo se ha podido. Tengo presente que eso le puede pasar a cualquiera de nosotros, que es una especie de lotería. Intento recordar los aspectos más positivos de Gino, de su persona, que eran muchos. Ha sido una víctima de nuestro deporte, que es así. Nos da tantísimo, pero a unos les quita todo. No es algo nuevo para mí, ya me había pasado anteriormente, pero igualmente el golpe es tremendo. No estamos preparados. Es algo que sabemos que puede ocurrir, pero cuando la realidad te pone delante de algo así, el golpe es brutal.

"Tengo presente que lo de Gino le puede pasar a cualquiera de nosotros, es una especie de lotería"

¿Frena más después de haber vivido una experiencia así? 

En los entrenamientos arriesgo menos que antes y en carrera, si no estás en una situación de máximo estrés, voy con más cuidado. Ahora bien, si te la estás jugando, no puedes dudar. Recuerdo el descenso de Jaizkibel en el Tour. En un escenario así vas a tope y no piensas que nada pueda salir mal. Simplemente hay que estudiar bien el recorrido, planificar las cosas lo mejor posible y pensar que lo tienes todo controlado.

Usted decidió plantar un bosque en honor a Gino Mäder en Urdaibai. ¿Cómo va ese proyecto?

De momento estamos intentando negociar con la familia que estaba encaminada a la venta del terreno, pero aún parece que no se ponen de acuerdo entre ellos. Quizás haya que buscar otra alternativa, pero lo importante es que el terreno que se adquiera estará en las mismas condiciones y el valor de la aportación que se va a hacer en el aspecto ecológico va a ser el mismo. Incluso tenemos intención de seguir colaborando en futuros proyectos y esperemos que esto no sólo se quede como algo aislado.

Usted es ahora uno de los grandes referentes del ciclismo vasco en el WorldTour. Hay 13 ciclistas de Euskal Herria en la máxima categoría, pero la mayoría son veteranos. ¿Cómo ve el relevo generacional? 

Sí que es verdad que estamos ahí los hermanos Izagirre, Landa, Castroviejo y yo, que somos veteranos. En 4 o 5 años supongo que nosotros ya no estaremos en el ciclismo. Quizás exista un pequeño vacío, un hueco, pero al final creo que nosotros también hemos sido corredores que hemos despuntado bastante tarde. Ahí están ahora Lazkano, Barrenetxea, Lastra o Markel Beloki… Son gente que está despuntado incluso antes de lo que lo hacíamos nosotros. Siempre parece que falta relevo, pero cuando los viejos nos retiremos seguro que habrá gente ahí para seguir y coger más protagonismo. Seguro que crecen.