Ni siquiera los contratiempos físicos son capaces de detener la progresión de Peio Añarbe. Y es que el joven vitoriano se proclamó el pasado fin de semana subcampeón de España de roleerski en categoría absoluta. Una medalla de plata ya de por sí muy valiosa pero que adquiere todavía mayor relevancia si se tienen en cuenta las circunstancias que acompañaron la consecución de este éxito.
La primera, la que refleja el DNI del esquiador gasteiztarra, que todavía no ha alcanzado la mayoría de edad. Añarbe cumplirá los 18 años el próximo 15 de febrero del año que viene, lo que implica que todavía pertenece a la categoría Sub’ 18. Una franja de edad de la que, evidentemente, se proclamó campeón de España en la misma prueba. No contentó con eso, trató de tú a tú a los competidores senior y terminó el Estatal con la medalla de plata absoluta colgada al cuello. Pero es que, además, Peio tuvo que sobreponerse a unas inoportunas molestias en la espalda que lastraron su rendimiento de manera evidente.
Durante un entrenamiento unos días antes del Campeonato de España el alavés se lastimó la zona y, al no haber tiempo suficiente para su completa recuperación, se vio obligado a competir mermado. Un hándicap que, sin embargo, no le impidió brillar.
La sexta edición de la Pujada de L’Arp fue la prueba elegida en esta oportunidad para celebrar el Campeonato de España de la especialidad, presentando un exigente recorrido de diez kilómetros ascendentes. La competición se desarrolló bajo el formato contrarreloj, siendo el crono marcado por Añarbe de 37 minutos y 18 segundos. Un registro solo cinco segundos peor que el rubricado por el navarro Lander Martín, que se alzó con la victoria, y diez mejor que el catalán Bernat Gabarro, tercero.
El joven vitoriano se mantuvo durante todo el recorrido entre los primeros clasificados de la carrera y un impresionante arreón final estuvo a punto de llevarlo hasta el cajón más alto del podio. Los problemas que arrastraba en la espalda le impidieron forzar al máximo hasta los últimos cuatrocientos metros del trazado pero, cuando apretó el acelerador al máximo, fue capaz de recortarle nada menos que 25 segundos al vencedor. Por lo que parece evidente que si hubiera podido iniciar ese ataque antes el triunfo no se le habría escapado.
Temporada invernal
Una vez puesto el punto final a la temporada estival de rollerski con este subcampeonato, Peio fronta a partir de ahora el inicio de la campaña invernal y el reencuentro con el esquí de fondo, su verdadera especialidad. Y lo hace con un ambicioso plan de competición. Y es que a partir de la próxima semana inicia una prolongada cita que le llevará a entrenar y competir hasta final de año en Italia, Francia y Suiza. Unas carreras de la máxima exigencia que le permitirán continuar progresando al tener como adversarios a los mejores especialistas continentales.