El Gobierno español ha prometido "actuar" sobre la situación del presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), Luis Rubiales, después de que la jugadora Jenni Hermoso exigiera la adopción de "medidas ejemplares" contra él por el beso que le dio en la boca tras la final del Mundial femenino.

Después de que la futbolista haya roto su silencio, delegando la defensa de sus intereses en su sindicato, FUTPRO, han aumentado aún más la presión política y las críticas.

"Desde el Gobierno estamos siguiendo muy de cerca este hecho porque las cosas no pueden quedar así. Desde luego esperamos acontecimientos, pero si no se dan, si no se producen, el Gobierno va a actuar", ha asegurado el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, durante una visita oficial a París.

En este contexto, ha recalcado que el Gobierno espera que se produzcan estos acontecimientos, que no ha especificado cuáles serían, pero que de no darse, el Ejecutivo de Pedro Sánchez tomará cartas en el asunto.

Asimismo, ha aprovechado esta cuestión para destacar el "cambio" de la sociedad española de los últimos años: "A la sociedad española ya le parece intolerable que haya comportamientos machistas, que se bese a una mujer sin su consentimiento".

En esa misma línea se había pronunciado ya el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, al advertir en una entrevista con EFE que si la federación de fútbol no toma medidas contra Rubiales lo hará el Consejo Superior de Deportes (CSD), al que han llegado varias denuncias, incluida la de la Liga Profesional de Fútbol Femenino de España (Liga F) que pide inhabilitar al presidente de la federación.

Por su parte, la ministra de Transición Ecológica en funciones, Teresa Ribera, ha interpelado a Rubiales si considera que está en condiciones de seguir en el cargo con dignidad ante un comportamiento "claramente sospechoso, humillante y vergonzoso".

La ministra ha considerado que, en relación con el asunto de Rubiales, la primera pregunta que hay que hacer es si este comportamiento es compatible con la función que representa "y la respuesta la ha dejado la sociedad y las cámaras, lo que hemos visto todos".

"No es algo que esté siendo discutido por nadie y por lo tanto la primera pregunta es una interpelación directa a este señor, si él considera que está en condiciones de seguir ejerciendo su cargo con dignidad a la vista de lo que de lo que ha hecho y cómo se ha expresado", ha señalado Ribera.

Al respecto, la ministra ha indicado que cada vez aparecen más imágenes "vergonzosas" respecto a la relación que mantiene Rubiales con las jugadoras frente a la que tiene con los jugadores, algo que le resulta "clara y enormemente sospechoso y humillante, vergonzoso".

La ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero, ha seguido mostrando su apoyo a la futbolista para dejar claro que culpar a las mujeres de las violencias que sufren "es cultura de la violación", según ha escrito en la red social X (antes Twitter), donde ha recordado a la jugadora que "no está sola".

Desde el PP, que ya se había sumado a la petición de dimisión o destitución de Rubiales, el vicesecretario de Cultura y Sociedad Abierta, Borja Sémper, ha instado al Gobierno a "resolver" la "patata caliente" del presidente de la Federación, al que, subraya, no "le va a quedar otra que la dimisión o el cese".

LOS JUGADORES SE RESISTEN A CONDENAR EL GESTO DE RUBIALES

    Son pocos los jugadores del fútbol masculino que se han pronunciado sobre el comportamiento de Rubiales y los que lo han hecho ha sido de forma tibia.

Sí ha hablado el futbolista del Athletic Club Aitor Paredes, quien ha lamentado que "no se esté dando tanto mérito como el que tiene" a la selección femenina de fútbol a raíz del beso de Rubiales a Hermoso.

El entrenador del Real Madrid, Carlo Ancelotti, ha resaltado que el gesto de Rubiales "no ha sido un comportamiento de un presidente de una federación", aunque se ha negado a significarse sobre si el mandatario debe o no dimitir.

La Federación Internacional de Asociaciones de Futbolistas Profesionales (FIFPRO) sí ha hecho publico un comunicado en el que "respalda plenamente" el posicionamiento emitido por la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), que ha pedido que se tomen medidas inmediatas

    "Los acercamientos físicos no iniciados y no invitados hacia los jugadores y jugadoras no son apropiados ni aceptables en ningún contexto, y especialmente cuando son puestos en una posición de vulnerabilidad por una persona que tiene una posición de poder sobre ellos", subraya el organismo.

Por su parte, la Liga Profesional de Fútbol Femenino ha presentado una denuncia ante el CSD solicitando la inhabilitación de Rubiales por "ensuciar" con un "bochornoso comportamiento" la conquista de la Copa Mundial Femenina.

En este contexto, este viernes todas las miradas se dirigen a la Asamblea Extraordinaria que ha convocado la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), con dudas de que de ahí pueda salir un pronunciamiento contundente sobre el comportamiento de Rubiales y en la que no se descartan significativas ausencias. De momento, la Federación Vasca de Fútbol ya ha anunciado que no acudirá.