Las autoridades de Indonesia han informado de que dos altos cargos del Club de Fútbol Arema, que se enfrentó el fin de semana al Persebaya Surabaya en un partido que derivó en disturbios y una mortífera estampida que se saldó con 133 muertos, han quedado inhabilitados de por vida.

Como resultado del trágico incidente, que también dejó numerosos heridos, el principal organizador del partido, Abdul Harris, y el coordinador de seguridad, Suko Sutrisno, han sido inhabilitados y no podrán trabajar más en el sector, tal y como ha afirmado Erwin Tobing, miembro de la comisión de disciplina de la Asociación de Fútbol de Indonesia (PSSI, por sus siglas en inglés).

Asimismo, ha señalado que también se han impuesto multas de 250 millones de rubias (unos 16.000 euros) contra ambos.

El Gobierno ha elevado este martes la cifra de muertos a 133 después de que informaciones anteriores apuntaran a 125 fallecidos a causa de la estampida provocada después de que miles de seguidores invadieran el campo durante el partido.

La Policía lanzó gas lacrimógeno en un intento por controlar la multitud, si bien provocó una estampida hacia las zonas de salida del estadio de la ciudad de Malang, en la isla de Java. Las autoridades han detallado que al menos 37 de los muertos son menores de edades comprendidas entre los 3 y 17 años.