Ha pasado poco más de una semana de la disputa del primer vi half gasteiz y Alain Fontecha y Eneko Alonso reconocen que están más que satisfechos de cómo salieron las cosas en el estreno de la prueba. “El balance es muy positivo”, señalan al unísono los principales responsables de este triatlón de media distancia.

Contentos del resultado y orgullosos, sobre todo, de la respuesta recibida por parte del público, visitantes y deportistas. “Le gente ha terminado muy contenta y tanto corredores, como aficionados, familia y visitantes nos han trasladado muy buenas críticas”.

Y es que “pese a ser inexpertos” el resultado final de la prueba ha sido un éxito. “No nos conocía nadie, era la primera vez que nos metíamos en un embolao de este tipo y el resultado final de la prueba ha superado todas nuestras expectativas. Es que el feed back y lo que nos llega días después es increíble. Todos han acabado contentos y hasta las instituciones así nos lo han señalado”, se felicita Fontecha.

La clave del buen sabor de boca dejado en esta primera edición reside en opinión de los responsables del triatlón en “el calor humano” que han recibido todos los participantes por parte de la organización. “Han agradecido que hayamos estado siempre presentes y muy cercanos para superarles cualquier tipo de problema”, puntualiza Eneko Alonso.

Así ha sido. Y es que tanto Alonso como Fontecha no han dejado de lado al triatleta en ningún momento. Se nota que ambos son deportistas: Eneko, preside el club Aloha de triatlón y practicante de este deporte, y Alain, en su día jugador del Deportivo Alavés y ahora también compite en esta modalidad deportiva. Conocedores de primera mano de lo que necesitaban los participantes en cada momento.

“Hemos repartido cariño”

Así han conseguido que todos los triatletas acaben satisfechos y hablen a las mil maravillas del vi half gasteiz. “Hemos repartido cariño. Hemos estado presentes en todos los puntos de la carrera, solucionando cualquier problema, atendiendo a todos los corredores y esperando en meta hasta el último corredor. La calidad humana es lo que nos diferencia”, puntualiza el máximo responsable del Aloha. Una afirmación que corrobora Fontecha. “El corredor agradece que el organizador esté cerca de él en cada momento y más si le necesita y nosotros hemos estado visibles siempre. Hemos sido muy cercanos”, añade el exjugador babazorro.

Una muestra de la tremenda calidad humana de la organización se encuentra con el detalle que tuvieron con una participante que padece Alzheimer y a la que los responsables de la prueba estuvieron acompañando en todo momento para que pudiera completarla sin ningún contratiempo. “En el pantano hubo un kayak con ella durante toda la travesía, en el segmento de bicicleta le guiaba una moto para que no se desorientase y en la carrera a pie tuvo con ella de apoyo siempre una bicicleta”, cuenta Alain orgulloso.

Esta cercanía ha sido “valorada positivamente” por familiares, aficionados y deportistas, algo que ya les han trasladado lo que les provoca un mayor orgullo aún si cabe. “Es una satisfacción que acaben así de contentos”, apuntan. El premio al trabajo bien hecho. Un trabajo en el que con ilusión han sido capaces de suplir los pequeños fallos que han podido aparecer por culpa de la inexperiencia.

Gran respuesta del público

Y es que ilusión les sobra a ambos. Se les nota apasionados por esta prueba y por ello seguirán involucrados al 100% para que continúe creciendo en futuras ediciones. De momento, la respuesta de la afición de Gasteiz con el vi half ha sido espectacular. Los deportistas se han sentido muy arropados y ese calor recibido a lo largo de la prueba ha ayudado a dejar un buen sabor de boca, tanto en los participantes como en una organización, que en cierto modo ya se esperaba esta respuesta del público. “En parte lo intuía”, apunta el presidente del Gasteiz. “Éramos optimistas en cuanto al ambiente que pudiera haber. Vitoria es una ciudad de triatlón y esperaba calor, pero no tanto”, reconoce Eneko Alonso.

Abrumados y agradecidos por la respuesta de la gente. Y es que la carrera a pie fue una auténtica fiesta. Pasillos a los corredores por las callles del casco medieval, ánimos continuos, gritos, público por todo el recorrido... “La gente ha dado emoción al triatlón”, añade el presidente del Aloha. Sin duda alguna. Un plus y así lo entienden tanto Fontecha como Alonso. “El público le ha dado ese punto extra”.

Clave para dotar a la carrera de ese espectacular ambiente fue sin lugar a dudas la elección de la Almendra Medieval para el circuito a pie. Un acierto que corresponde a Eneko Alonso, quien considera que este recorrido por el casco viejo “ha dotado de personalidad y carácter” a la prueba.

Y es que pese a la dureza del mismo, “los competidores han quedado encantados”. El hecho de poder sentirte arropado en cada momento hace más liviano el hecho de tener que subir empinadas cuestas y así lo han expresado los corredores. “Les ha gustado mucho”, explica Fontecha.

Satisfacción por los circuitos

No solo el circuito de la carrera a pie. También la travesía de natación y el de la bicicleta. Y es que en Landa el público podía ver a sus familiares durante los 1,9 kilómetros de la prueba de natación al ir acompañándoles por la orilla, mientras que en el segmento del ciclismo los triatletas han disfrutado de espectaculares paisajes. “Les han impresionado y aunque era duro, alguno nos ha pedido más dureza”, bromea Alonso.

Además, hay que destacar que la incidencia por los núcleos urbanos por los que transitaba la carrera ciclista ha sido mínima. “Hemos tratado de obstaculizar e incordiar lo menos posible a los vecinos de los pueblos”, aseguran. “Nuestro lema es la convivencia y seguridad”. Así ha sido. Cruces cubiertos y escasa afección de tráfico. Tampoco se ha sido un incordio con la hostelería en el casco viejo. Triatlón y comercio han convivido de la mano. De hecho han recibido alguna petición para en un futuro pasar la carrera a pie por Cuchillería, una opción que están estudiando. Lo que está claro es que para futuras ediciones se mantendrán los tres circuitos.

Eso sí el número de participantes crecerá. Este año han sido 450 y para 2023 aspiran a llegar a los 800. “Queremos crecer, pero no que se masifique. Preferimos ir dando pasos poco a poco y que la prueba siga siendo segura y fiable. Además estamos escuchando a los triatletas para ver que aspectos se pueden mejorar”.

Vendrán más australianos

La clave del vi half. Un triatlón cercano, que escucha al deportista y que está con él en todo momento. “Somos personas, no una empresa y seguiremos trabajando en esa línea”, insisten. La clave está en cuidar los pequeños detalles. Estar siempre cerca. “Es un triatlón del pueblo y para el pueblo”.

De momento, en esta primera edición han podido disfrutar de esta prueba unos 300 deportistas vascos, de los cuales 160 eran alaveses, además de triatletas del estado, 15 franceses, un finlandés y dos australianos, colonia esta última que probablemente vaya en aumento para la próxima edición. “Los que han venido este año ya han reservado hotel hasta 2024 y vendrán más ya que hay unos cuantos que quieren competir en grupo de edad”.

Eso será el año que viene cuando se dispute una segunda edición que ya tiene fijada la fecha: el sábado 3 de junio. “Queremos que sea siempre en sábado, ya que da la opción al que venga de fuera de disfrutar de la ciudad y así también el comercio y la hostelería se ve favorecidos. Creemos que el triatlón da vida a la ciudad”, concluyen.