Nada de retos sencillos. Hay que buscar la dificultad y cuanto mayor sea esta mejor. En esas andan Iker y Eneko Pou. Los hermanos gasteiztarras han decidido volver nuevamente hacia tierras peruanas, concretamente a los Andes, un lugar en el que desarrollaron una gran actividad en 2017, 2019 y 2021, para abrir vías inexploradas y de una complejidad extrema a más de 5.000 metros de altitud. Nada de retos sencillos.

Los escaladores alaveses ya abrieron en expediciones anteriores nueve vías de talla internacional - Zerain, Burrito Chin de los Andes, Cabeza Clava, Andean Kingdom, Aupa Gasteiz, Viva Peru Carajo, Mal de Panza, Super Canalizos y Leire, además de dos importantes primeras en libre: Quio Vado Ancora y Chacha Don Bosco.

El objetivo durante estos dos próximos meses de junio y julio es una vez mas la Cordillera Blanca, una zona con base en la ciudad de Huaraz, que conocen bastante bien y en la que siempre son muy bien recibidos por la comunidad local. "Hemos querido repetir destino por una razón obvia, estas montañas nos permiten seguir abriendo nuevas rutas e innovar, que es nuestra verdadera razón de ser en la montaña", aseguran.

Iker y Eneko estarán 60 días de expedición con base en la capital andina, pero prevén moverse a diferentes lugares del macizo montañoso en busca de vías inéditas y verticales. "Es una zona llena de quebradas, cada una de ellas da acceso a un valle, y desde este se pueden acometer un montón de nevados interesantes".

El plan será el mismo de los años anteriores, explorar y lograr primeras ascensiones en la Cordillera Blanca. Los dos alpinistas provinciales aprovecharán los días de aclimatación para informarse de qué objetivos están en mejores condiciones. Y es que ambos montañeros le tienen mucho respeto a la altura porque hay que pensar que habitualmente vivirán a 3.000 metros, y que los picos que intenten estarán entre los 5.000 y 6.000 metros, una altura que requiere de un buen proceso de aclimatación para afrontar los desafíos de escalada técnica a los que se enfrentará todo el grupo.

El equipo formado por cuatro personas. A los hermanos vascos, les acompañará el escalador murciano Manu Ponce, que también ha estado con ellos en sus últimas expediciones, y el peruano Alex Estrada, que hará las labores de cámara y fotógrafo. Se trata de un grupo fuerte de cara a poder finalizar con éxito esta apasionante e innovadora aventura.

De momento, los dos hermanos gasteiztarras afrontan el reto con optimismo. "El verano de 2020 en condiciones aún peores con el COVID conseguimos abrir Rayu, una vía de mucha dificultad en los Picos de Europa, este año pasado con la crisis sanitaria aun encima, lo comenzamos estrenando nuestro primer libro Aúpa Pou: Una Vida Encordados, después abrimos otras cuatro rutas inéditas en los Andes, para acabar en otoño dando 45 conferencias. Todo en los dos años mas difíciles de nuestra existencia. Por eso estamos convencidos, que en un 2022 en el que la pandemia ya no achucha tanto como antes, estamos preparados para hacer grandes cosas en los Andes".