- El libro de los horrores de la NBA tiene una nueva página gracias a Los Angeles Lakers. En uno de los fracasos más espectaculares de la historia de la liga, el conjunto angelino se quedó este martes fuera de las eliminatorias por el título tras una temporada ruinosa y repleta de decepciones.
Resulta difícil exagerar el descomunal fiasco de los de púrpura y oro, digno de las mejores películas de catástrofes de Hollywood y que sucede solo año y medio después de ganar el anillo en la burbuja de 2020.
Con permiso de los Nets de Durant, Irving y -todavía entonces- Harden, los Lakers acapararon los focos en la pretemporada con una apuesta tan atrevida como impredecible de juntar en un mismo equipo a LeBron James, Anthony Davis, Russell Westbrook y Carmelo Anthony.
Había muchas dudas sobre si al equipo le faltaba juventud y físico, acerca del rol de Westbrook como base organizador y también sobre las carencias en defensa y tiro exterior. Pero lo que nadie preveía es que, todavía con tres partidos por jugar, los Lakers ya no tendrían opciones ni si quiera de entrar al play-in.
Muchos factores han llevado a los Lakers al abismo, pero la guinda han sido las siete derrotas consecutivas que suman ahora y el escalofriante 4-17 desde el parón del All-Star.
Después de quedar eliminados en primera ronda de los playoff de 2021 ante los Phoenix Suns, los Lakers sacudieron su plantilla de arriba a abajo. Sonaron DeMar DeRozan y Buddy Hield, pero al final trajeron a Russell Westbrook en un "todo o nada" cuyo contrato (44 millones de dólares este año y 47 millones el que viene) marcó decisivamente el resto de configuración del equipo.
Se fueron jugadores discutidos como Kuzma y engranajes clave de la defensa como Caldwell-Pope o Caruso. En su lugar, los Lakers ficharon a veteranos contrastados (Carmelo Anthony, Dwight Howard, Rajon Rondo, DeAndre Jordan y Trevor Ariza) y jugadores específicos para redondear la plantilla (Ellington, Bazemore o un Nunn que no ha debutado por lesión). Aunque parecía que en cualquier momento el equipo despertaría, en realidad estos Lakers nacieron sin alma y murieron igual.