a historia, por repetida, no deja de hacer ilusión. Todos los años surge en el panorama ciclista alguna que otra figura en cuyo pasado como sub-23 se encuentra la Vuelta al Bidasoa. Y lo vivido durante los últimos meses no ha sido excepción. Cuando el eritreo Grimay se impuso en la reciente Gante-Wegelvem, afloró en muchas memorias txirrindularis la tercera plaza del africano en Irisarri Land en 2019. O cuando el italiano Alessandro Covi completó su semana de oro ganando la Vuelta a Murcia y una etapa de Andalucía en febrero, no fueron pocos quienes recordaron sus exhibiciones hace cuatro años en la ronda guipuzcoana.

“Era un día lluvioso. Le cogí faltando cinco kilómetros y enseguida llegamos a un acuerdo. Para él la etapa y para mí la general”, recuerda el amarillo final de aquella edición, el sevillano Juanpe López (Trek Segafredo). La escena del de Lebrija y el propio Covi solos en cabeza podría repetirse, por qué no, durante la presente Itzulia. Ambos coinciden en un pelotón que, curiosamente, arrancó desde la comarca que les vio progresar hacia el profesionalismo. “Venir a correr a Euskadi siempre ha significado disputar carreras de nivel y prestigio. Así me sucedía como sub-23, y lo mismo vivo ahora con la Itzulia”, explicaba ayer López en Hondarribia.

“Con Covi ya he recordado alguna vez aquella experiencia”, añadía el andaluz, quien apenas unos meses

después de cruzar junto al actual ciclista del UAE la meta del Paseo de Colón de Irun ya corría en la elite, de la mano del Polartec Kometa. Integrado en esta estructura dio el salto definitivo de cara a 2019, por lo que vive su cuarto curso como profesional. “Estoy contento, porque noto que progreso poco a poco. Cada año ofrezco un nivel superior al del anterior, y eso ya está muy bien, aunque ahora vivamos una época en la que parece que los más jóvenes llegan con todos los deberes hechos. No sé a qué se debe, ni si entrenar con potenciómetro desde juveniles puede explicar que las promesas vengan desde abajo con tanta fuerza. Sea como sea, mi crecimiento es, digamos, más tradicional, y yo voy a seguir trabajando para darle continuidad”.

¿Podrá acreditar forma en la Itzulia? “Eso espero. En Catalunya me estaba encontrando muy bien. Pude meterme en una fuga de calidad, el día de montaña en La Molina. Pero en la última etapa tuve que retirarme con unas molestias que me ha costado eliminar. Voy a ir día a día, buscando protagonismo y que se me vea en carrera”. Ayer fue 80º, a 50 segundos de Primoz Roglic.

Tres etapas. El propio Juanpe López (2018) y el ciclista del Movistar Sergio Samitier (2017) son los dos ganadores de la Vuelta al Bidasoa que comparecen en la actual Itzulia. Que la lista de coincidencias siga alimentándose durante próximas ediciones pasaba por recuperar la ronda guipuzcoana sub-23, circunstancia que ya podemos celebrar. Después de dos años de parón causados por la pandemia, la carrera tendrá lugar de nuevo entre el 5 y el 7 de mayo. Lo hará reducida a tres etapas respecto a las cuatro habituales, pero volver al calendario ya es un paso adelante. Los equipos vascos de la categoría se medirán así a nivel internacional.

“Correr en Euskadi siempre ha implicado disputar pruebas de nivel y prestigio”

Ciclista del Trek Segafredo