- Ni Rams ni mucho menos los Bengals lideraban las apuestas para jugar esta Super Bowl, ni antes de que comenzara la temporada ni siquiera hace un mes cuando arrancaron las eliminatorias por el título. Ambos partían desde el cuarto puesto de sus respectivas conferencias y por el camino tuvieron que superar, de manera agónica además, a conjuntos que les miraron por encima del hombro por ranking (los Buccaneers de Tom Brady en el caso de Los Angeles, Tennessee y los Chiefs de Patrick Mahomes en el de Cincinnati). Ahora, ambos se cruzan en la antesala de la gloria con historiales, estilos y modelos de confección distintos.
Los Rams jugaron la Super Bowl en 2018, pero, irreconocibles, sucumbieron ante los Patriots de Brady. Con Sean McVay ya a los mandos, aquel equipo se basaba en la carrera, pero se quedó corto en el peor momento posible. ¿La solución? Revolución, olvidarse del largo plazo, sacrificar elecciones de draft e invertir en el presente, en estrellas. Así, el pasado verano llegó el veterano quarterback Matthew Stafford para dar más profundidad al equipo y sacar lo máximo de Cooper Kupp, la mejor arma ofensiva de la NFL este curso. Con Odell Beckham reclutado a mediados del campaña, a la ofensiva no le falta juego de carrera si los percances físicos no lo impiden, mientras que la defensa está repleta también de nombres propios de primerísimo nivel como Aaron Donald, Leonard Floyd, Von Miller o Jalen Ramsey. En Cincinnati, el éxito ha llegado mucho antes de lo esperado de la mano de jóvenes irreverentes en el juego de ataque. Los Bengals llevaban desde 1990 sin ganar un duelo de play-off, hace dos cursos fueron el peor equipo de la NFL con solo dos triunfos y el pasado ejercicio únicamente ganaron cuatro, pero Joe Burrow, los receptores Ja’Marr Chase y Tee Higgins y el corredor Joe Mixon, todos menores de 26 años, han cambiado esa realidad.
Los Rams, por defensa y experiencia, parecen un peldaño por encima, pero a los Bengals no les tiembla el pulso a la hora de arriesgar con pases de muchas yardas. Si asientan su juego, protegen a Burrow y le dan tiempo para pasar, habrá partido.