En el minuto 88, en inferioridad numérica, cuando ya había hecho mal todo lo que se puede hacer mal en un partido, al borde del abismo por el que se asoma constantemente, después de malgastar un 2-0 a favor en el primer tiempo, el Atlético de Madrid resurgió de la nada para ganar al Getafe, entre la agonía, con un gol de Mario Hermoso que rescató a un equipo a la deriva y desató la apoteosis del Wanda Metropolitano, pero no disimula la cantidad de problemas que sufre su conjunto.