La australiana Ashleigh Barty conquistó el Abierto de Australia, el tercer grande de su palmarés, después de superar en la final a la estadounidense Danielle Collins (6-3, 7-6(2)), y rompe con una sequía de 44 años para los jugadores locales. Desde 1978, cuando Chris O’Neil alzó el título en categoría femenina, ningún otro tenista aussie había logrado repetir el título individual. Por otro lado, los australianos Kyrgios y Kokkinakis lograron el título de dobles ante sus compatriotas Matthew Ebden y Max Purcell (7-5, 6-4).