Gema Soliveres hace balance positivo de la buena temporada que está realizando el equipo hasta el momento, al mismo tiempo que analiza el bautismo de las Gloriosas en la Copa de la Reina. El conjunto de Mikel Crespo se enfrenta hoy a las 18 horas al Espanyol en la Ciutat Esportiva Dani Jarque en una eliminatoria a partido único y con la esperanza de continuar con la buena dinámica que está mostrando el equipo en la Liga Iberdrola.
¿Cuáles son las sensaciones del grupo en este tramo del curso?
-El equipo está rindiendo muy bien y las sensaciones generales son positivas. Eso se está viendo en la dinámica y resultados obtenidos y en cómo estamos afrontando todos los encuentros. Además, los parones no nos están afectando y los estamos utilizando para recuperar y desconectar, que también es necesario.
El Alavés es ya por derecho propio el equipo revelación. ¿Les genera más motivación o más presión?
-Tampoco nos gusta ponerle etiquetas a lo que estamos haciendo, aunque sí es verdad que estamos realizando un año muy completo y normalmente se espera que un recién ascendido esté luchando ahí abajo. Sin embargo, nosotras lo tuvimos algo más fácil, ya que continuamos con un bloque bastante amplio del año pasado, algo que es fundamental, ya que nos conocemos todas y es mucho más fácil trabajar y adaptarse a las nuevas que vinieron. Al final, entrenábamos con ganas y ya veíamos que íbamos a ser un equipo competitivo con nuestras ideas. Esa mentalidad no la hemos cambiado y por el momento nos está yendo bien y tenemos que seguir en esta línea.
¿Cuándo será momento de pensar o soñar con objetivos mayores?
-Sería engañarnos el decir que estamos mal. La realidad es la que es, pero sí que es verdad que hasta que matemáticamente la clasificación no lo marque, nosotras tenemos que ir semana a semana, porque en el fútbol nunca sabes qué te puede pasar. Por lo tanto, tenemos que ir sumando porque, si te acomodas, puedes acabar pagándolo. Los rivales también aprietan y no paran. Entonces es sumar e intentar siempre mirar hacia arriba. Al final de temporada, ya hablará la clasificación.
¿Cómo están a nivel físico?
-Bien, aunque ya llevamos algunos meses de competición y eso también se nota. Al final, no estás igual de fresca en octubre que en marzo. Eso sí, nosotras éramos conscientes de que este año no íbamos a tener tanto balón como en campañas anteriores. Entonces decidimos darle un plus a esa exigencia física, porque muchos de nuestros rivales nos ganarían con la posesión del esférico. Era o coger ese plus de físico o suicidarnos en Primera. Todas hemos sido conscientes y hemos dado un paso adelante. De momento el cuerpo aguanta, ya que estamos preparadas para esto y más. Eso sí, es normal que cuando llevas mucho tiempo trabajando sobre lo mismo, también el cuerpo necesite ese descanso. Eso quizá sean conversaciones para tener en mayo. En general, nos encontramos bien físicamente y eso es importante a nivel de juego.
En el plano individual ha tenido una gran progresión, ¿verdad?
-El año pasado sí di un salto bastante grande a nivel de juego respecto a lo que se me pedía. En ese sentido, sí que he dado un paso adelante y creo que supe adaptarme rápido a lo que es esta Primera. Respecto a ese cambio de categoría, lo que más se notó fue el cambio de ritmo, pero me siento bien, a gusto y competente en la liga. Creo que el sentirme así es importante al final a la hora de desarrollar el juego que quiere cada una.
Ahora con más perspectiva, ¿qué piensa cuando recuerda su gol en Mendizorroza?
-Felicidad. Ese fue un momento mágico por todo lo que representa. Además, esa era la primera vez que jugaba en un estadio de esas características y en Primera División. Todo lo que rodeó mi primer gol fue especial, el equipo iba perdiendo y nunca se dejó de creer, ni nosotras ni la afición. Para mí fue un momento muy especial y mágico, y lo recuerdo obviamente con mucha ilusión. A día de hoy, siguen apareciendo algunas fotos y recuerdos, y siempre será un momento que jamás olvidaré. Lo recordaré con mucho cariño y como algo muy especial.
Se le ve cómoda en Vitoria, ¿Queda Gema para rato como albiazul?
-Termino contrato en 2022, pero no sé decirte con exactitud (risas). Ya ni me acuerdo, eso se hace a principio de temporada y yo lo dejo ahí. Luego me olvido hasta junio, que aún queda mucho. Además, son cosas de las que tampoco me gusta hablar antes de hora porque nunca sabes lo que te puede deparar la vida, tanto para bien como para mal. Creo que en el mundo del fútbol hay que ser realista. En los dos años que llevo aquí, he estado muy bien y he tenido la suerte de contar con minutos y de cumplir el sueño de jugar en Primera. Ellos apostaron por mí y yo estoy muy contenta de estar en este proyecto y de poder haber ascendido con el Alavés. Estoy bien aquí, pero nunca puedes cerrar puertas y nunca puedes abrir incluso esta. Yo estoy muy bien, contenta y concentrada en este año. Luego, lo que tenga que venir, vendrá.
El equipo se estrena en la Copa de la Reina ¿Qué eliminatoria espera?
-El Espanyol es un histórico del fútbol femenino y siempre ha estado en Primera. Viendo su plantilla, que para mí es una de las mejores de la Reto Iberdrola, será un partido muy disputado. Para empezar, porque no es un equipo de Reto, sino que es de Primera. Será difícil y saldremos con todo, ya que es un único encuentro, donde te juegas la vida y todo se decide en 90 minutos o con una prórroga o en penaltis. Ese tipo de partidos no los habíamos tenido hasta ahora y es un aliciente diferente.
¿Cómo es Gema fuera del campo?
-Bastante sencilla. Yo estoy estudiando Magisterio y ahora le estoy dedicando bastante tiempo, ya que estoy en época de exámenes. Además, me gusta desconectar del deporte, es decir, sí que me gusta ver fútbol, pero cada vez veo menos, porque intento desconectar. Intento hacer otras cosas, como por ejemplo, salir a pasear por Vitoria. Aunque eso sí, he de reconocer que en los días que hace más frío, me cuesta más. También estoy en contacto con los míos y busco cosas diferentes para hacer a las que me demanda el fútbol.
¿Qué más hobbies tiene?
-La gastronomía del País Vasco (risas). Me gusta salir a comer, cenar, o incluso estar en una terraza con un café. Esa tranquilidad que tiene Vitoria y otras ciudades no, me gusta, ya que me puedo aislar un poco del fútbol.
¿Cómo se describiría?
-Ambiciosa, crítica para lo bueno y lo malo conmigo misma para intentar mejorar, y una persona responsable. Me gusta coger ciertas responsabilidades, en especial en el fútbol, ya que con ello me siento bien.