La selección española de balonmano no puede permitirse ningún nuevo traspiés y deberá vencer (15:30 horas/Teledeporte) a Polonia para certificar su clasificación para las semifinales del Europeo de Hungría y Eslovaquia. Un encuentro que pondrá a prueba la madurez del renovado conjunto español que no sólo tendrá la obligación de ganar, aunque también le valdría un empate, sino que además partirá con el claro cartel de favorito, un arma siempre de doble filo.
Los Hispanos deberán aprender de lo ocurrido ante Noruega, un partido en el que como ya ocurrió ante Bosnia y Rusia el equipo español se vio obligado a recurrir más de lo aconsejable al lanzamiento exterior para tratar de superar a una defensa parapetada sobre la línea de seis metros. Una faceta en la que España se ha visto lastrada por las ausencias de los laterales Antonio García, aquejado de problemas musculares en la pierna izquierda, y Joan Cañellas, que sigue aún confinado tras dar positivo por coronavirus.
Sin la presencia de un consumado lanzador que obligue a salir a las defensas rivales los de Jordi Ribera han sufrido para generar espacios para los extremos y pivotes y cuando lo han logrado se han visto lastrados por una inusual falta de acierto en los lanzamientos. Una ineficacia que se ha convertido en el principal problema del equipo español en este Europeo, como atestiguan los 41 lanzamientos desde seis metros que los Hispanos han errado a lo largo del torneo.
Dificultades que tratará de explotar el conjunto polaco que, amparado en el imponente físico de jugadores como Piotr Chrapkowski o Dawid Dawydzik, no dudará en refugiarse en la línea de seis metros. “Evidentemente Polonia no nos va a regalar nada y vamos a tener que trabajar duro para poder ganar”, señaló Ribera.
Para poder doblegar a Polonia el conjunto español no le bastará con afinar la puntería en ataque y tendrá que mostrar su mejor versión en defensa para contener a un equipo, que el seleccionador español no dudó en calificar de “muy creativo”. “Es un equipo que combina en la primera línea jugadores con lanzamiento exterior con otros muy habilidosos, que pueden actuar tanto de extremos como de laterales y que juegan muy bien con el pivote”, indicó. Especial atención deberá prestar el equipo español a las eléctricas acciones del central Michal Olejniczak así como a los temibles lanzamientos del “cañonero Szymon Sicko. Aunque quizá el mayor peligro del equipo polaco estará en la absoluta falta de presión con la que los de Patryk Rombel, ya eliminados de la carrera por las semifinales, afrontarán la contienda.
Miguel Sánchez-Migallón, que conoce perfectamente a los jugadores polacos como integrante del Kielce y que destacó el carácter “guerrero” de la selección de Polonia. “Está claro que aunque no tengan ya nada en juego van a pelear hasta el final, porque son un equipo muy guerrero”, alertó el internacional español. Un carácter competitivo que ya pudo comprobar el equipo español en el encuentro amistoso que enfrentó a ambos equipos antes del inicio del Europeo y en el que España se impuso por un ajustado 26-25 gracias a una soberbia parada final de Rodrigo Corrales.
“Polonia no nos va a regalar nada y vamos a tener que trabajar duro para poder ganar”
Seleccionador de España
“Aunque no tengan nada en juego van a pelear hasta el final, son un equipo muy guerrero”
Jugador de la selección española