El colombiano Natxo Mendoza, afincado en Vitoria, se bajó del cuadrilátero a finales del pasado mes de octubre de manera definitiva a sus 40 años tras compaginar su trabajo de soldador con el boxeo, disciplina en la que se llevó el cinturón de campeón de España de peso superligero en tres ocasiones.

Pese a estar aún en buena forma, el púgil consideraba que era ya la hora de decir adiós y poner fin a tanto sacrificio. De hecho, el propio Mendoza ha reconocido que tenía meditada la decisión de dejar los cuadriláteros “desde hace uno o dos años, pero no veía el momento”, hasta que, tras varias conversaciones con su mujer, dio el paso definitivo.

Ahora podrá disfrutar de las vacaciones con su familia ya que antes, su tiempo libre tras salir de su trabajo de soldador lo utilizaba para entrenar y viajar por todo el mundo a las diferentes peleas que le planteaban. “Es un trabajo muy duro y quiero dar las gracias a mi empresa porque me ha apoyado y me ha permitido coger días para viajar”, explica.

Después de dos meses liberado de sus obligaciones como boxeador, Mendoza se siente libre y disfruta de su nueva vida alejado del día a día en el ring. “Me siento muy bien ya que he estado analizando desde hace tiempo la retirada y este era el preciso momento para hacerlo”, argumenta el boxeador, muy mentalizado con la decisión tomada.

Su huella es alargada, muestra de ello fueron la cantidad de mensajes que recibió del mundo del boxeo como Javier Castillejo, Kerman Lejarraga o Joana Pastrana, entre otros, agradeciéndole todo lo que le ha dado al boxeo cuando se retiró en octubre de 2021.

Natxo Mendoza siempre dice que es de Vitoria porque es la ciudad que le acogió con los brazos abiertos hace 17 años, pero él nació en Colombia y allí fue donde se puso sus primeros guantes, a los 8 años, seguramente por querer imitar a su padre, boxeador y entrenador profesional. “Yo iba a hacer el tonto al gimnasio”, bromea recordando sus inicios. Finalmente eligió el boxeo en lugar del fútbol o del béisbol, deportes que practicaba antes de decantarse por los cuadriláteros.

En un momento le salió la oportunidad de dar el salto a Europa y en el 2002 se plantó en Madrid. Tras varios combates, el entrenador vitoriano José Luis Celaya le reclutó para el Gimnasio Gasteiz Sport y le ha acompañado hasta su último combate. Ha participado, a la postre, en 64 peleas profesionales totalizando 14 derrotas, 3 nulos y 23 triunfos por nocaut. Estos guarismos le han colocado entre los mejores boxeadores nacionales de los últimos tiempos. De hecho, suma un total de 8 cinturones.

“Tomar la decisión de venir a Vitoria ha sido una de las cosas importantes de mi carrera porque me he cruzado con gente importante en mi camino y me han hecho crecer tanto deportiva como personalmente”, analiza Natxo Mendoza.

A pesar de haber conseguido tres cinturones como campeón de España y otros cinco más en diferentes veladas internacionales, para él “todos los títulos han sido importantes” porque para conseguir cada uno ha tenido que hacer un sacrificio.

Natxo Mendoza ha recorrido media Europa y ha peleado con muchos campeones continentales y del mundo, una meta a la que aspiraba. “Siempre tienes la ilusión de ir mejorando cada día y poder competir con los grandes. Me ponía metas y al final he conseguido mucho más de lo que me imaginaba”, considera el tricampeón español.

De los 64 duelos en los que ha tomado parte, este seguidor de Floyd Mayweather no se olvida de un combate en el que se jugaba un título intermedio de la IBF en Alemania con el argentino Ramón De la Cruz, que le tuvo contra las cuerdas y consiguió remontar en la recta final.

“Todos los títulos han sido importantes y han sido una guerra, también con Peter Petrov fue una pelea muy dura y la de Sandor Martín fue difícil”, rememora.

La afición colombiana también le ha seguido desde los comienzos de su carrera. “Me siento contento porque han estado pendientes de mi recorrido”, dice el boxeador, que regresará de visita a su tierra natal trece años después.

A pesar de haber bajado del ring, Mendoza subirá para apoyar a sus compañeros, sobre todo a su hermano Fran, que sigue sus pasos a gran velocidad. Fran Mendoza llegó hace cuatro años a Vitoria y Natxo espera que algún día le supere.

“Tiene cualidades de sobra para ser campeón del mundo”, asegura de su hermano este fiel seguidor del Deportivo Alavés, que en los últimos años siempre ha lucido la camiseta del club de su ciudad en los combates en los que ha tomado parte.

“Me la regaló Víctor Laguardia y siempre la he llevado conmigo”, reconoce Natxo Mendoza, que promete que “a partir de ahora” irá más a menudo a Mendizorroza a apoyar al Glorioso.

“Tomar la decisión de venir a Vitoria fue una de las más importantes de mi carrera”

“Todos los títulos son valiosos porque cada uno ha tenido su sacrificio”

“En Vitoria me he cruzado con gente que me ha hecho crecer tanto deportiva como personalmente”

“Me ponía metas y al final he conseguido mucho más de lo que me imaginaba”

Exboxeador profesional