ATLÉTICO DE MADRID Oblak; Llorente, Savic, Giménez, Hermoso (Lodi, m. 63); De Paul (Vrsaljko, m. 76), Koke, Lemar (Correa, m. 63), Carrasco; Griezmann (Kondogbia, m. 80) y Luis Suárez (Cunha, m. 76).

MILAN Tatarusanu; Kalulu (Florenzi, m. 65), Kjaer, Romagnoli, Theo; Tonali (Bakayoko, m. 65), Kessie; Krunic (Junior Messias, m. 65), Brahim (Bennacer, m. 76), Saelemaekers; y Giroud (Ibrahimovic, m. 65).

Goles 0-1, m. 87: Messias Júnior.

Árbitro Slavko Vinaia (Eslovenia). Amonestó al local Llorente (m. 60) y al visitante Giroud (m. 26)

Estadio Partido correspondiente a la quinta jornada del grupo B de la Liga de Campeones disputado en el estadio Wanda Metropolitano ante 61.019 espectadores.

- Ni siquiera la derrota del Oporto en Anfield clarificó el futuro en la Liga de Campeones del Atlético de Madrid, incapaz de jugar a nada ante el Milan, doblegado por la mínima pero sin matices por un adversario que creyó más en la victoria, que propuso más para lograrla y que la consiguió en el minuto 87, con el cabezazo certero de Messias Júnior para descubrir al conjunto rojiblanco una realidad irrebatible de su actual nivel en Europa, con su continuidad en la Champions pendiente de un triunfo indispensable en la última jornada en Do Dragao o de algo más, si el conjunto italiano vence al Liverpool.

En el minuto 71, cuando Stefan Savic surgió desde el suelo para repeler el remate de Bakayoko, el Atlético ya sintió con total nitidez el miedo. Cuando el atacante batió a Jan Oblak con un cabezazo cómodo, franco, incontestable, ya comprobó que la Liga de Campeones, sea cual sea el rival, exige mucho más de lo que ofreció el conjunto rojiblanco ayer en el Wanda.

Imposible el primer puesto, como los cuatro años anteriores, inalcanzable el equipo inglés, el segundo aún lo tiene en disputa, más apurado -o indefinido- aún que hace un curso cuando se lo jugó en Salzburgo. Ahora competirá por él en la última jornada en Do Dragao. Pero también en Milan. El equipo italiano entrará en la ecuación si gana al Liverpool. Entones decidiría la diferencia de goles general.

El Atlético necesitaba como poco empatar. Ni siquiera lo hizo. No hay términos medios ni matices ni ninguna excusa o coartada para rebajar todo lo que está en juego para el conjunto rojiblanco, que, desde hace bastante tiempo, no está para desafíos de mucha altura en la Liga de Campeones. Pero una cosa es eso y otra vivir en el filo cada comparecencia en los últimos tiempos en la fase de grupos de la máxima competición europea. En la actual sólo ha ganado uno. De sus últimos 19 duelos, nada más venció seis.