- El frontón Beotibar de Tolosa despidió en pie a Oinatz Bengoetxea (Leitza, 1984) en su último encuentro en la liguilla de cuartos de final del Cuatro y Medio. Perdió contra Altuna III, pero recibió los aplausos de todo el respetable. El público no deja de trasladar su cariño al manista de Baiko, que está a punto de expirar su contrato con la promotora bilbaína. El puntillero espera renovar por una campaña más y llegar a los veinte cursos en profesionales.
Después de caer derrotado en su tercer partido de la liguilla de cuartos de final del Cuatro y Medio ante Altuna anunció que iba a dejar de participar en campeonatos.
—Los años van pasando, he jugado muchos campeonatos y es el momento de dejar paso a los que vienen. Al final, mi nivel en los últimos años para ese tipo de competición se ha mermado un poquito y, al no verme capacitado para disputar los torneos individuales, lo mejor es dejar que jueguen los jóvenes. El mero hecho de haber estado con 37 años jugando el Cuatro y Medio con el resto de pelotaris ya es algo grande para mí. Es el momento de dejar los campeonatos.
¿Fue una decisión meditada?
—Sí. Antes del Cuatro y Medio ya tenía ilusión de hacer el último campeonato. De hecho, lo planteé así, como el último. Estoy contento porque lo he dado todo, he luchado y me he dejado la piel en la cancha. La realidad es que esta nueva generación viene muy preparada. Están todos a tope y ganarles cuesta mucho. Creo que he hecho un buen papel. Pude ganar un partido, que para mí era un gran objetivo. En los otros dos me han dado bastante candela, pero es lógico: ellos están a tope y el Cuatro y Medio es una modalidad tremendamente física y explosiva. Sabía que tenía mis limitaciones. Estoy contento con mi papel.
Ha sido un pelotari muy importante en las últimas décadas, en la que ha habido una generación de campeones muy importante. ¿Ve un relevo generacional en el cuadro?
—Sin duda. Hay muchos pelotaris que han tomado ya el mando de los campeonatos. Hay muchos campeones y hay otros que, aunque todavía no tengan ninguna txapela, tengo claro que las van a ganar, o por lo menos tienen las cualidades para hacerlo. No hay más que ver cuántos pelotaris diferentes han logrado txapelas en los últimos cuatro años. Hay un gran nivel y grandes pelotaris.
En el Beotibar de Tolosa se vio muy abrumado por el calor del público, que le mostró su cariño. Eso vale más que una victoria.
—Siempre me he sentido muy querido por los pelotazales. En esta ocasión, también. Tanto en Tolosa como en los anteriores encuentros me han arropado mucho. Sé que estoy en la última fase de mi carrera profesional.
En enero se termina su vinculación con Baiko Pilota.
—De aquí a dos meses acabo el contrato. No sé qué sucederá. Aún no he tenido contactos con la empresa. Mi intención es seguir un añito más, pero Baiko tiene que decidir si sigue contando conmigo o no. Estoy esperando esa decisión. Estoy muy satisfecho con la carrera que he realizado hasta el momento. Quiero que se termine de una manera bonita.
Al fin y al cabo, lleva más de la mitad de su vida en profesionales. En octubre cumplió 19 años en la élite.
—Con 18 años, un mes y pocos días debuté con Asegarce. Llevo más vida como pelotari profesional que sin serlo. Ha sido una vida muy buena para mí. He disfrutado de la vida, del deporte y de la pelota. Además, he estado siempre compitiendo con los mejores manistas, que es muy importante. He jugado muchas semifinales, varias finales y algunas veces he salido campeón. Estoy contento con todo lo vivido.
No en vano, tiene txapelas en las tres modalidades: dos del Manomanista (2008 y 2017), una del Parejas junto a Álvaro Untoria (2015) y otra del Cuatro y Medio (2016).
—Es una bonita marca, la verdad. De alguna forma pasará a la historia. Hay algunos pelotaris que han conseguido ese logro, pero no tantos. Estoy muy feliz por haber conquistado títulos en las tres especialidades en mi carrera. Solo espero terminar de forma bonita.
Si bien Baiko Pilota tiene que mover ficha para ver cómo queda su futuro, siempre ha mostrado su intención de cumplir veinte años en el campo profesional -el 5 de octubre de la próxima temporada-. Si todo fuera por el buen camino, esperaría terminar entonces con dos décadas en lo más alto y algunas despedidas por el camino, ¿no?
—Eso es. No pido mucho más. Tengo esa meta desde hace unos años y estoy esperando que se cumpla esa ilusión. Hacer dos décadas como pelotari profesional sería un broche final perfecto a mi carrera.
La final del Cuatro y Medio entre Jokin Altuna y Unai Laso del 14 de noviembre en Bilbao está a la vuelta de la esquina. ¿Cómo la ve?
—Veo una final abierta. Jokin es un gran campeón y lo está demostrando los últimos años. Es un pelotari de referencia y el que más txapelas está logrando. Es el mejor manista del momento. Unai Laso, por otro lado, es un potro salvaje y está jugando muchísimo. Es un purasangre. Se crece mucho en los partidos importantes. Está con juego. Este verano hemos visto buenos partidos entre ambos. Aunque la mayoría de la gente crea que, por la experiencia y la fiabilidad que ya ha demostrado en partidos importantes, Altuna III es el máximo favorito, veo también serias opciones a Laso.
Además, en el lado personal, por la gran relación que tiene con ambos, tendrá un sabor especial para usted.
—Son buenos amigos. Les aprecio mucho. Me alegro un montón de que estén ahí. Me alegraré por cualquiera de los dos que gane, mientras que por el que pierda no me entristeceré, porque les quedan muchos años para sacar txapelas.
"Aunque la mayoría de la gente crea que, por experiencia, Altuna III es favorito; veo también serias opciones a Laso