ZENIT Lloyd (11), Ponitka (10), Frankamp (4), Mickey (9), Gudaitis (6) -quinteto inicial-, Poythress (6), Zubkov (6), Kuzminskas (2), Baron (14), Kulagin y Karasev.

REAL MADRID Heurtel (15), Tavares (14), Causeur (13), Hanga (2), Yabusele (11) -quinteto inicial-, Abalde (9), Llull (2), Alocén (5), Poirier (4), Rudy Fernández y Ndiaye.

Parciales 13-22; 27-17; 17-20; 11-16.

Árbitros Jovcic, Paternico y Koromilas.

Pabellón Yubileyny Sports Palace.

- El Real Madrid impuso ayer su ley ante un Zenit de Xavi Pascual que vendió cara su piel en un partido en el que los blancos únicamente pudieron marcharse en el marcador en el último cuarto. El equipo de Pablo Laso jugó a rachas. Estuvo bien en el primer cuarto, regular en los dos siguientes y muy bien en el último y definitivo parcial. Heurtel fue el máximo anotador con 15 puntos y Tavares impuso la ley del más fuerte en la zona con 14. Pero el Madrid certificó su victoria con Llull de base y gracias a dos triples muy oportunos en el último cuarto de Causeur (13 puntos), el héroe del partido ante el Fenerbahce. Los rusos respondieron con los triples del siempre imprevisible Billy Baron, pero uno de sus pilares, el exmadridista Jordan Mickey, no tuvo su día.

En comparación con el partido ante los turcos, Laso introdujo dos cambios: Tavares y Causeur. Los blancos viajaron a San Petersburgo sin Williams-Goss. Mientras, los rusos no pudieron contar con su base titular, Shabazz Napier. Ante la férrea defensa interior planteada por Xavi Pascual, el Madrid no se ofuscó en los primeros minutos. Heurtel y Causeur anotaron sus dos primeros intentos triples. En cuanto bajó un poco la intensidad defensiva rusa, entró en escena Tavares con un gancho y dos tiros libres.

Cuando faltaban ideas en ataque, siempre se podía recurrir al base galo. Tres canastas sin fallo. En cuanto el Madrid se fue de cinco (11-16), Pascual pidió tiempo muerto. Después de un comienzo prometedor, el Zenit se atascó. La ausencia de Pangos aún sobrevuela sobre el equipo revelación de la pasada temporada en la Euroliga. Heurtel, máximo anotador, y Lloyd se intercambiaron canastas. Al descanso las espadas en todo lo alto. (40-39.

Entonces saltó a la cancha Rudy. La buena noticia es que Tavares volvía a anotar. Dos entradas y un mate. La mala es que se cargó con tres faltas. Gudaitis estaba en todas partes. Tanto le robaba un rebote ofensivo al gigante caboverdiano como frenaba a un desacertado Poirier, que falló un mate a una mano. Laso volvía a parar el partido y leerle la cartilla a los suyos. Seguidamente, Yabusele entró en acción con tres canastas consecutivas. Dos contraataques y un triple limpio. El Madrid se iba de cinco (50-55).

Los rusos no se rendían. Un triple de Ponitka y una canasta de Poythress lo confirmaron. El partido no tenía dueño. Todo se decidiría en el último cuarto. (57-59). Los fallos locales, la lectura defensiva de Rudy y dos triples de Causeur permitieron a los visitantes marcharse de diez (61-71). Llull no brilló en ataque, pero su defensa sobre Lloyd o Ponitka en el último parcial fue encomiable. En los últimos dos minutos volvió Tavares, ya que los rusos se hicieron dueños del rebote en ambas zonas. Fue una victoria laboriosa para el Real Madrid (68-75), que ya suma cinco en seis partidos de Euroliga.