- “El que juega al fútbol sabe que es gol ilegal”. Así de tajante se pronunció Mikel Oyarzabal tras la derrota de España contra Francia en la final de la Liga de Naciones. El jugador de la Real Sociedad hacía referencia a la jugada que propició el gol de Kylian Mbappé, que dio el título a la selección campeona del mundo. El delantero francés se encontraba en posición de fuera de juego cuando su compañero, Theo Hernández, le lanzó un pase en profundidad. Si bien, el colegiado del encuentro, el inglés Anthony Taylor, explicó a los jugadores españoles que Mbappé quedaba habilitado en el momento en el que el defensa Eric García había mostrado intención de querer jugar la pelota y llegar a tocarla. Por ello, según estimó el trencilla, el tanto que anotó el jugador del PSG fue válido.
El debate, que existe porque así lo refleja la prensa internacional, reside en la interpretación que hace Taylor sobre la intención del defensor del Barcelona: ¿trata ciertamente Eric García de jugar el balón o realiza un despeje? Para el colegiado, esa voluntad de seguir la jugada del futbolista catalán es la que da validez a la misma. “El árbitro me dice que me tengo que apartar y que Mbappé controle, que esa es la regla”, manifestó el propio Eric García. Es decir, ¿debe un defensa dejar de seguir una jugada sin tener un retrovisor que le indique en qué posición está cada jugador rival? “El fuera de juego es claro, pero el árbitro piensa que Eric tiene opciones de jugar”, comentó por su parte César Azpilicueta, que no comprendió la decisión. Lo que está claro es que el fuera de juego de Mbappé antecede al toque que Eric García golpea la pelota, y que por ello el francés puede interferir en la jugada en cuanto a que puede motivar a Eric a lanzarse a por el balón al ignorar si Mbappé está en posición legal o ilegal. En lo que no hay duda es en que el fuera de juego es previo al contacto con el balón, pero según la explicación de Taylor, el debate llega por el margen a la interpretación de la acción del zaguero del Barça.
La normativa de la UEFA, en su artículo 11, dice lo siguiente: “Se considerará que un jugador en posición de fuera de juego no ha sacado ventaja de dicha posición cuando reciba el balón de un adversario que juega voluntariamente el balón, incluida la mano voluntaria, a menos que se trate de una salvada por parte de un adversario”. Y seguido añade: “Una salvada es una acción de un jugador cuyo fin es detener o desviar el balón, o intentar detenerlo o desviarlo, cuando este va en dirección a la portería o muy cerca de ella con cualquier parte del cuerpo excepto con las manos o los brazos (a menos que se trate de un guardameta en su propia área penal)”. De modo que Taylor interpreta que Eric García “juega voluntariamente el balón”, en lugar de tratar de protagonizar una salvada. Este lugar para la interpretación es el que propicia que exista la polémica.
De hecho, en Francia hay cabida para la duda sobre la validez del gol que decantó la final. El rotativo francés L’Equipe admite que la decisión del árbitro “genera muchas preguntas” y afirma que el gol decisivo se logró en una posición “dudosa”, por lo que considera “lógica” la controversia. Entre sus páginas, el exárbitro internacional Bruno Derrien afirma que la regla estuvo bien aplicada, pero que “va en contra del espíritu del juego”. Le Parisien también recoge que el tanto de Mbappé “suscita debates porque parece, en las imágenes, que estaba en fuera de juego”. Le Figaro también califica el gol de “dudoso por fuera de juego, pero que fue validado por el VAR”. Sucede que en el seno del gremio arbitral también se han podido encontrar diferentes opiniones acerca de la misma jugada.