- La ley de Murphy se manifestó ayer en toda su crudeza contra Jon Rahm ayer en el Club de Campo de Madrid. “Todo lo que podía salir mal lo ha hecho”, resumió el golfista de Barrika tras entregar en la segunda jornada del Open de España una tarjeta de uno sobre par que le deja con pocas opciones de sumar su tercer título consecutivo. Saldrá hoy a seis golpes de Rafa Cabrera Bello, que jugó un golf sublime y tiene la oportunidad de volver a sumar una victoria tras una crisis de juego que le llevó a perder los derechos del PGA Tour.

El número 1 del mundo no quiere renunciar a nada, aunque asume que es una desventaja grande. “Atacaré desde el principio porque antes no puedo. No tengo nada que perder”, comentó Rahm, que estimó que necesitará repetir el ocho bajo par del jueves “o incluso mejor” para poder tener alguna posibilidad de remontada. No obstante, recordó que en el Irish Open de 2019 y con Rafa Cabrera también como líder en la última ronda y cinco golpes de ventaja en el hoyo 4 se produjo el vuelco y el triunfo cayó del lado del barrikoztarra.

Eso sí, es imperativo elevar su nivel de juego respecto al de ayer, un día en el que no le salió nada, sobre todo porque “no le he pegado bien desde el tee. Ese ha sido el problema principal”. “Se lo he dicho a mi caddie Adam en mitad de la vuelta: todo lo que podía salir mal lo ha hecho. Incluso golpes que no eran malos acababan en sitios muy malos como ha sido el caso del hoyo 5. No he tenido mucha suerte, pero tampoco he tenido mi mejor día en general y me ha costado remontar”, reconoció.

Su bogey en el hoyo 3, después de fallar un chip desde fuera del green de esos que él domina como nadie, ya anunció problemas. Sin poner la bola en la calle las cosas se complican en el Club de Campo por sus estrechas calles, la abundancia de árboles y las ondulaciones del terreno. En el hoyo 4, el primer par 5, no pudo descontar un golpe y en el 6 llegó el que pudo ser el mazazo definitivo al día. Su bola se fue a una zona casi injugable y todo lo que tardó en llevarla al green le costó un doble bogey. Aún quedaba tiempo, el líder inicial, Wil Besseling, tampoco estaba fino, pero por detrás apareció un pelotón de golfistas que no perdonaron las debilidades del número 1 del mundo, quien también tiene borrones en su trayectoria, y empezaron a superarla.

Rahm apuntó una reacción con birdies en el 7 y el 9, aunque por delante Cabrera ya iba lanzado. Pero no cesaban los problemas para jugar recto y también los putts salvadores se resistían. Así, llegaron dos bogeys más en el 11 y el 12 “que me pararon totalmente”. El de Barrika dejaba ver su frustración y su rabia porque nada le salía, aunque siguió agarrado al campo en busca de recortar algunos golpes o esperar un descuido de los que marchaban por delante. En el par 5 del 14 sacó un birdie de obligado cumplimiento y en el 18, un par 4, se lanzó con todo en la salida en busca del green y encontró el premio de un birdie postrero cuya trascendencia no se conocerá hasta hoy. Fue un rayo de esperanza para cerrar su primera vuelta sobre el par en el Open de España, ya sea en el Centro Nacional o en el Club de Campo. “Hay momentos que pueden cambiar la vuelta y hoy no ha salido. Tal y como me sentía con el swing podía haber sido mucho peor”, se resignó Rahm, que hoy buscará, al menos, mejorar posiciones para sumar puntos valiosos en su objetivo de asaltar el liderato provisional de la Race to Dubai.

Con todo, su mayor lamento es que toda la gente que de nuevo se dio cita en masa en el recorrido madrileño “me haya visto jugar tan mal”. “Pero la suerte del golf es que quitando el último siempre hay un día siguiente para mejorar. Es bueno no tener hábito de días malos. Es entender que es golf y puede pasar”, reflexionó antes de agradecer al público su apoyo y, al fin, su respeto y su silencio durante toda la vuelta: “Para muchos igual es el primer torneo que ven y entiendo que no están acostumbrados a mantener los móviles apagados, pero parece que lo van atendiendo y hoy ha sido mucho mejor”.

El otro lado de la balanza de ayer lo ocupó Adrián Otaegui, que tuvo un día muy productivo, pese a que arrancó con bogeys en el 1 y el 3. Pero firmó eagle y dos birdies entre el 4 y el 7 y con cuatro birdies más en los últimos cinco hoyos alcanzó los seis bajo par y llegó a colocarse en el Top 10. El donostiarra también persigue mejorar posiciones para meterse en el torneo que cerrará el Circuito Europeo el mes que viene.

Tercera jornada