- El fútbol femenino profesional de Estados Unidos se paró ayer en los minutos seis de cada partido para protestar por los casos de abusos sexuales que salieron a la luz el día 2. Las exjugadoras Sinead Farrelly, Mana Shim y Kaiya McCullough denunciaron en la revista The Athletic que sufrieron abusos continuados desde hace seis años por parte del entrenador Paul Riley, cuando eran jugadoras del Portland Thorns. “Esta noche reclamamos nuestro lugar en el campo. Los equipos detendrán el juego en cada uno de los partidos de esta noche en el minuto 6. Las jugadoras se unirán en el círculo central durante un minuto en honor a los 6 años que les costó a Mana, Sinead y a todas las que lucharon durante demasiado tiempo para ser escuchadas”.