espués de la caída de Taaramäe y de que Elissonde se pusiera de líder, creo que todos pensábamos que el maillot rojo no le iba a durar mucho al francés. Más si cabe en una etapa con un final tan explosivo, donde Roglic ha demostrado ser el más fuerte en este tipo de terrenos. Veremos qué pasa en etapas con más puertos y días más exigentes, pero el esloveno ha demostrado que está muy bien y que ha venido a ganar la carrera en la que ya ha triunfado dos veces. Es un corredor que siempre sale a competir, a dar el 100%, y eso le honra y se agradece. Roglic es un líder muy sólido, pero esto no ha hecho más que empezar. En cuanto a nuestro papel, hemos vuelto a estar en una fuga de la mano de Joan Bou. Se notaba en el ambiente que era un buen día para que pudiera llegar la escapada y por eso ha costado muchísimo que se hiciera la fuga buena después de varios intentos. Bou, que es de la tierra, valenciano, conocía muy bien el recorrido y se ha podido meter entre los elegidos para disputar la victoria. Ha hecho un etapón. Incluso ha atacado en la subida final. Solo queda aplaudirle porque ha sido una fuga muy peleada y en la que había gente de muchísima calidad. De hecho, el vencedor, aunque por poco, ha sido Magnus Cort Nielsen, que ha podido rematar la escapada a pesar del acoso de los favoritos. Roglic ha estado a punto de ganarle, pero el danés ha resistido. Cort Nielsen es un corredorazo que se desenvuelve muy bien en todos los terrenos. Ha sabido gestionar la ventaja para llevarse una victoria de muchísimo mérito.