- Hace un par de semanas, nadie habría pronosticado que Italia iba a convertirse en la dominadora de la pura velocidad en el Estadio Olímpico de Tokio. De Jamaica al país de la bota ha habido un brutal giro de guion que ha dejado con la miel en los labios a las tradicionales potencias. Si la semana pasada Marcell Jacobs se llevó el oro en los 100 metros, ayer el campeón olímpico contribuyó a que el cuarteto italiano se impusiera en el relevo 4x100. Junto al portento de Brescia, Lorenzo Patta, Eseosa Desalu y un tremendo Filippo Tortu en la última posta hicieron historia para una delegación que se ha bañado de oro en el estadio. En el relevo no solo hay que correr mucho, sino que hay que cambiar muy bien el testigo y, en este sentido, Italia lo ha trabajado y su carrera fue impecable. Eso le permitió superar en el último momento a Gran Bretaña, que partía con más opciones, y Canadá, impulsada en la recta final con un tremendo De Grasse, que sumó su tercera medalla.
El relevo femenino de 4x100 fue, como se esperaba, fue para Jamaica, que batió su récord nacional con 49.02 y una cuarteto formado por Briana Williams y el podio de los 100 mnetros: Elaine Thompson, Shelley-Ann Frasr-Pryce y Sericka Jackson. Estados Unidos y Gran Bretaña completaron el podio. Es llamativo el caso del equipo norteamericano, que solo ha conseguido ganar el oro en el 400 vallas femenino.
La historia también se hizo hueco en los 400 metros femeninos. Ganó la bahameña Shaunae Miller-UIbo y se convirtió en la primera mujer que repite oro en esta prueba desde que lo logró la francesa Marie-Jose Perec en Barcelona y Atlanta. Segunda fue la dominicana Marileidy Paulino y por detrás llegó la enorme Allyson Felix, que ganó el bronce con la segunda mejor marca de su vida a los 35 años y después de haber sido madre. La estadounidense consiguió u décima medalla olímpica y superó a Merlene Ottey en el apartado femenino. En el global, igualó a su compatriota Carl Lewis y se queda a dos de las doce que tiene Paavo Nurmi, el atleta hombre o mujer con más preseas olímpicas. Felix no va a poder alcanzar a la leyenda finlandesa porque solo le quedaría la opción del relevo 4x400 y estos van a ser sus últimos Juegos. Pero ha cumplido con el objetivo que se propuso para Tokio y entra en la leyenda.
Uganda se confirmó como nueva potencia del fondo con la victoria de Joshua Cheptegei en los 5.000 metros. Fue una carrera gobernada por los ugandeses, incluso con labor de equipo, en un ritmo alto sostenido para acabar por debajo de los 13 minutos. Cheptegei apretó al final y ganó con autoridad mientras Mohamed Katir terminó octavo en su debut en una gran competición. El murciano, sobre el que se habían puesto expectativas excesivas, fue todo el rato a cola del grupo y la última vuelta se le hizo larga sin posibilidad de imponer su poderoso esprint.
La keniana Faith Kipyegon se llevó el oro en los 1.500 metros en una carrera en la que se aprovechó del trabajo de la holandesa Sifan Hassan, que se expuso demasiado, acabó tercera y vio frustrado su sueño de ganar tres oros en Tokio. Segunda fue la británica Laura Muir, que tuvo un comportamiento excelente de principio a fin. La soriana Marta Pérez terminó novena, a solo doce centésimas de bajar de los cuatro minutos. En la última final del día en el estadio, la china Shiying Liu se levó el oro en el lanzamiento de jabalina.
Adiós de Bragado. España se marchó de Sapporo con un sabor agridulce en las pruebas de marcha. Tras el cuarto y el sexto puesto de Álvaro Martín y Diego García en los 20 km. masculinos, ayer cayeron otros dos cuartos. En los 50 km., el balear Marc Tur, extenuado, fue superado a falta de 150 metros y se quedó sin podio en una prueba que ganó el polaco Dawid Tomala y que sirvió de homenaje y despedida a Jesús Ángel García Bragado, primer atleta que compite en ocho Juegos. Es la última vez que se corre esta distancia ya que en París 2024 se rebajará a 35 kilómetros. En los 20 km. femeninos, se impuso la italiana Antonella Palmisano y la granadina María Pérez también perdió el bronce en la recta final.