ESTADOS UNIDOS Wolf; Hooper (-), Cupido (1), Hallock (1), Woodhead (-), Bowen (1), Irving (-) -equipo inicial- Vavic (-), Obert (2), Daube (3), Stevenson (-) y Smith (-).
EQUIPO2 López Pinedo; Munarriz (2p), Granados (2), De Toro (1), Larumbe (-), Famera (-), Perrone (1) -equipo inicial- Sanahuja (2), Fran Fernández (2), Tahull (1), Mallarach (1) y Bustos (-).
Parciales 3-3, 3-3, 0-1 y 2-5.
Árbitro Michiel Zwart (Holanda) y Gyorgy Kun (Hungría). Eliminaron a Hallock y Smith por Estados Unidos; y a Bustos y Famera por España.
Estadio Centro Acuático Tatsumi.
- La selección española de waterpolo volverá a pelear veintiún años después por las medallas olímpicas, tras sellar ayer su clasificación para las semifinales de los Juegos de Tokio al imponerse por 8-12 a Estados Unidos en los cuartos de final.
El triunfo que premió el buen trabajo defensivo del conjunto español, que se enfrentará en las semifinales a Serbia, vigente campeona olímpica, este próximo viernes.
En los dos cuartos finales los de David Martín dejaron en tan sólo dos goles a su rival. Esta eficacia atrás contrastó con los seis tantos que encajó en los dos primeros parciales (6-6) el equipo español, al que lo costó lo indecible descifrar la fórmula para poder contener a los jugadores norteamericanos, especialmente en las situaciones de inferioridad, en las que que Estados Unidos supo aprovechar en un altísimo porcentaje.
Pero la selección española, que cerró la primera fase con pleno de victorias, no estaba dispuesta a que nada, ni nadie, le apartase de unas semifinales olímpicas que llevaba aguardando desde hace veintiún años.
Aferrado al brazo Álvaro Granados, que firmó dos tantos en el segundo parcial, el conjunto español logró llegar igualado (6-6) a un descanso, que sirvió para aclarar las ideas en defensa a la selección.
Esta mejoría permitió acabar con la sangría y en los dos últimos períodos sólo concedió gol en una de las ocho ocasiones en las que estuvo con un hombre menos.
El conjunto español comenzó a abrir realmente brecha a poco más de cinco minutos para la conclusión al transformar Alberto Munarriz la pena máxima.
Pese a que los norteamericanos lo siguieron intentado hasta el final, la defensa española no dio pie a ningún tipo de sorpresa, como reflejó el 8-12 final, que permitirá a España volver a pelear por las medallas en unos Juegos Olímpicos.