La unión hace la fuerza. El todos a una, de Don Lope en Fuenteovejuna, un clásico convertido en símbolo, escenifica al detalle el valor y la fuerza del equipo frente al poderoso. Todos juntos funcionamos mejor. Luego está el individuo y la individualidad, la persona y sus cualidades, para engrandecer la empresa y barnizar en oro el resultado último y óptimo.

Dejé escrito aquí, en la segunda entrega de esta modesta sección del diario, que nos cuenta las cosas del maravilloso y “p...” pádel, que nos vuelve locos y nos enloquece, que nos tuerce el gesto y nos eleva; según vaya la cosa, o nos vaya; funcione el socio o por culpa suya -naturalmente- nos torpedeen el orto. Escrito está, y detallado, el plan de ataque de la batalla definitiva de la recién elegida Junta Directiva de la Federación Alavesa de Pádel, todo con mayúsculas, sobre todo la pe de pádel: “dotar al individuo de los instrumentos para hacerle mejor jugador”. Lo dijo Posse, el presidente, cuando nos mostró las líneas maestras del estratégico plan con los chavales y chavalas que se acercan al trampolín desde donde pegan el salto.

El plan con el grupo de tecnificación que ha elaborado y coordina Bittor Peña presenta un organigrama complejo, cuya telaraña enfoca de manera directa a los chavales y chavalas; “ellos son el foco y la diana a quienes van dirigidos los esfuerzos de la Federación, de los Clubes y de sus escuelas”, resume Bittor. El menor es su beneficiario, principal y único. El trabajo importante se realiza en cada una de las escuelas, porque es el continuado, “el de pico y pala, donde los chavales trabajan de manera más continuada con sus monitores y junto a sus compañeros”, destaca. La federación es la encargada de supervisar y evaluar la evolución de los jugadores en cada jornada de tecnificación. La respuesta de las escuelas “ha resultado del todo positiva”, ha subrayado el coordinador del proyecto, “en la cancha y fuera de ella, con respecto a los trabajos individualizados con cada uno de los integrantes del grupo”. Los informes viajan en una y otra dirección; la información es vital y la respuesta en cada caso, decisiva, para “que los chavales compitan a un nivel óptimo”.

El grupo de tecnificación echó a andar en abril, con cierto retraso por culpa de la pandemia. Bajo la atenta mirada de la federación, los clubes, desde las escuelas, controlan al grupo de chicos y chicas que, entre los 13 y 18 años, son susceptibles de formar parte del selecto número de jugadores elegidos para mejorar su rendimiento. Hay 30 plazas fijas y 16 más en la reserva sobre los que se lleva el control de evolución y rendimiento. Manu Juste desarrolla el componente técnico en cada una de las sesiones. A día de hoy se han celebrado un par de jornadas que han servido para valorar al individuo e indicar la forma de trabajar con ellos en su club respectivo. ”Yo me encargo de identificar los aspectos técnicos y tácticos que deben trabajar los jugadores para mejorar su rendimiento”, explica Juste. Richar Martínez se ocupa de los aspectos psicológicos del juego; “trato de que los jugadores lleguen a su máximo rendimiento en la cancha”. Cometido en el que la confianza, la positividad y el convencimiento del individuo son fundamentales. Finalmente, el área de preparación física, la controla Roberto Calle, cuyo objetivo final se resume en el lema olímpico: más alto, más rápido, más fuerte -Citius, Altius, Fortius- “y minimizar el riesgo de lesión dotando al deportista de la preparación adecuada, que le permita así mismo mejorar los aspectos técnicos”, descubre Calle acerca de la importancia del trabajo físico.

Los tres, con el control y la vigilancia federativa, la implicación de las escuelas y sus monitores, la voluntad de los deportistas y el apoyo de sus familias, son los pilares de un proyecto encaminado a mostrar el camino hacia la excelencia. Cómo jugar, qué táctica debe emplearse, qué aspectos físicos hay que mejorar, cómo tengo que alimentarme, qué debo hacer para apoyar a mi hijo/a, de qué manera debo encarar un partido y cómo actuar cuando acaba son algunas de las preguntas que aprenderán a responderse a través de este proyecto. Todos juntos, con el apoyo de ALISEA, HEAD Y LA FUNDACIÓN VITAL, podremos conseguirlo. ¡Todos a una!