- La vida de Clara Azurmendi (Donostia, 1998) lleva más de un año siendo una incertidumbre. Primero el covid-19 provocó el aplazamiento de muchas de las pruebas de su calendario. Después, se infectó y tuvo que pasar un mes confinada. Viendo cómo la competición regresaba sin ella. Y, ahora, recuperada y como un tiro después de ganar con solvencia el Open de Austria, la integrante del proyecto de excelencia de Basque Team se preocupa de terminar la temporada lo mejor posible mientras mira de reojo a Tokio. Porque el día 15 saldrá la lista definitiva de las jugadoras que participarán en los Juegos Olímpicos y Azurmendi, aunque se prevé dentro, no quiere descorchar el champán antes de tiempo. Sin estar segura. “Creo que ahora mismo estoy dentro, pero como no contaba con ello tampoco lo sé muy bien. Estoy a la espera, sigo entrenando y si acabo yendo a Tokio será la recompensa a una temporada extraña”, explica Azurmendi. Con todo, Azurmendi explicó que el hecho de que finalmente Carolina Marín, actual campeona olímpica, tricampeona mundial y quíntuple europea, se pierda la cita olímpica por una rotura del ligamento cruzado anterior no le otorga a ella el billete directo puesto que “en bádminton las plazas son nominales”. “La plaza de Carolina es de Carolina, si yo voy a los Juegos es porque estoy dentro del ranking. Porque me lo habré ganado. Pero como Carolina no va por lesión, su plaza corre. Es decir, habrá gente por delante de mí que no irá por criterios de clasificación olímpica, por lo que es probable que yo entre. Le deseo lo mejor a Carolina porque es mi compañera y muy buena amiga y ahora se queda sin nada”, destaca la donostiarra.

De hecho, en estos momentos y según la Federación Internacional de Bádminton, Azurmendi ocupa el puesto 67 en el ranking mundial. Y tan solo hay 38 plazas para el campeonato individual femenino. Sin embargo, el límite que impone el COI de dos deportistas por país acerca a la donostiarra a las puertas del Olimpo. “No me he parado a pensar que puedo ir a los Juegos, la verdad. No lo tenía en mente porque ha sido un año muy raro, pero si finalmente voy mi objetivo es ir a disfrutarlos y a cerrar la temporada de una manera impresionante”, señala la deportista de Basque Team. Así pues, como hasta el próximo día 15 todo es incertidumbre en el futuro de Azurmendi, ella sigue entrenando igual y compitiendo al máximo. Es más, la donostiarra acaba de colgarse la medalla de oro en el Open de Austria tras vencer en la final a la francesa Yaelle Hoyaux, a quien le endosó en apenas 23 minutos un incontestable 21-6 y 21-14. “Es una rival a la que, por lo general, le gano fácil porque mi estilo de juego le hace mucho daño. Pero en ese partido yo estaba muerta así que dije: matar o morir. Hice el último esfuerzo y salí a tope para que me fuera bien, fácil y rápido”, afirma Azurmendi.

Y es que, a pesar de los éxitos deportivos, no está siendo una temporada sencilla para la donostiarra. Primero una fascia y después el covid-19 le dejaron en el dique seco durante más tiempo de lo esperado, sacándola de competiciones tan importantes como el Campeonato de Europa. “Ha sido una temporada a rachas. Pillé coronavirus y aunque fui asintomática estuve confinada, sin poder hacer nada ni entrenar. Así que a nivel mental fue duro. Por eso el torneo de Austria fue una descarga. Una liberación. Eso sí, ahora me duele todo el cuerpo porque el haber perdido el ritmo de competición se nota mucho”, reconoció Azurmendi. Así, con la ilusión de los Juegos en el horizonte, la donostiarra continúa su puesta a punto con los dos últimos torneos que le restan a la temporada: el campeonato estatal, que tendrá lugar el próximo fin de semana en Cartagena; y el Internacional de España, que será del día 16 al 19 de este mes.

“Las plazas para los Juegos son nominales. La de Carolina (Marín) es suya, pero como no va por lesión, corre”

“La clasificación olímpica va por ‘ranking’. Creo que ahora estoy dentro pero no es oficial”

Jugadora de bádminton