- Mientras trata de recuperar la ansiada normalidad y se dispone a partir de finales de esta semana a iniciar su particular maratón de partidos, el Baskonia ya siente el aliento en la nuca del Valencia Basket en la pelea por la cuarta plaza. El combinado taronja se impuso ayer (100-89) a un Estudiantes plagado de bajas y sumó su vigésima segunda victoria, poniéndose a la misma altura en la tabla que los hombres entrenados por Dusko Ivanovic.

En realidad, este equilibrio es bastante. Y es que el Baskonia ha disputado dos partidos menos que los levantinos y, por tanto, todavía sigue dependiendo de sí mismo para amarrar esa cuarta posición. De lo que no hay duda es que ambos equipos, eliminados sobre la bocina de la Euroliga, están condenados a verse las caras en la primera eliminatoria por el título, cuyo inicio se ha retrasado a la espera de lo que depare mañana la Asamblea de la ACB.

El principal aliciente para ambos conjuntos es la consecución de la ventaja de campo en una eliminatoria de lo más traicionera al mejor de tan solo tres asaltos. Pese a que la emergencia sanitaria mantiene cerradas a cal y canto las puertas de los pabellones y la posible ventaja por disputar en casa un hipotético tercer cuarto se diluye de forma notable, no cabe duda de que siempre es mejor acabar en cuarta posición.

A ello se dedicará en cuerpo y alma un Baskonia que todavía no puede trabajar con la normalidad deseada, se encuentra a la espera de dejar atrás de forma definitiva el brote de coronavirus que asola a su vestuario y también necesita despejar la incógnita que se cierne sobre el futuro de Luca Vildoza. La rescisión de contrato del base argentino y su salto a los Knicks de la NBA, algo que se está demorando más de la cuenta, mantiene todavía en vilo a un club azulgrana que necesita ingresos para cuadrar los números rojos propiciados por la pandemia.

Otra cosa distinta es lo debilitada que puede quedar una plantilla necesitada de un refuerzo urgente en el timón en el caso de que se termine consumando la salida de uno de los pesos pesados de Ivanovic.

Estas casi tres semanas sin partido oficial le han venido de perlas al Baskonia para recuperar a Tonye Jekiri y recargar las pilas tras una temporada extenuante. En el lado negativo de la balanza, la pérdida de ritmo competitivo es una evidencia que puede tener efectos nocivos a la hora de preparar el asalto a las series finales por el título.

Las fechas de los cuatro próximos partidos ya son conocidas. El Baskonia recibirá este sábado en casa al Joventut (20.45 horas), volverá a competir en el Buesa Arena ante el Unicaja el martes 11 (21.15 horas) y afrontará más tarde dos salidas seguidas ante el Barcelona (jueves 13 a las 21.15) y el Manresa (domingo 16 a una hora por determinar). El derbi vasco ante el GBC en Illumbe, programado en un principio para este miércoles, todavía carece de fecha exacta tras su aplazamiento.

En este calendario de locos, el Valencia tiene que jugar todavía en las pistas del Real Madrid (domingo 9) y del Gran Canaria (miércoles 12), además de recibir el domingo 16 al Fuenlabrada en la Fonteta en la última jornada de la fase regular.