- La tierra vuelve a su sitio y el tenis masculino recupera en sus fechas tradicionales la gira que sirve de preparación para Roland Garros y que el año pasado fue cancelada por la pandemia. Ya ha habido un par de torneos en Cerdeña y Marbella, pero el Masters 1000 de Montecarlo que empezó ayer es la primera cita de entidad porque sirve, antes de nada, para que reaparezcan Novak Djokovic y Rafa Nadal, que no jugaban desde el Abierto de Australia y ahora tienen entre ceja y ceja el Grand Slam parisino, el primero para recortar en la carrera de los grandes y el segundo por superar a Roger Federer.
El suizo se reserva para más adelante y no volverá hasta el Mutua Madrid, donde está previsto que el Big Three coincida de nuevo por primera vez en más de un año. La semana que viene Nadal y Djokovic separarán sus caminos ya que el balear no faltará a su cita con el Barcelona Open y el serbio estará en el torneo que apadrina en Belgrado. Luego, ambos volverán a encontrarse en la Caja Mágica y en Roma.
En Mónaco, seguirá habiendo burbuja sanitaria, aunque a los jugadores se les permitirá abandonarla durante una hora para pasear por las calles del Principado y los residentes allí se les permitirá dormir en sus casas. Nadal y Djokovic llevan dos meses sin jugar, han dejado algunas migajas en esta tiempo para los demás, pero vuelven con el colmillo afilado. Los dos están exentos de la primera ronda y no debutarán hasta el martes o el miércoles y, además, el sorteo ha querido que no se enfrenten hasta la final. Daniil Medvedev se ha metido en medio de ambos en el ranking mundial y eso puede provocar duelos entre el balear y el serbio antes de las finales, lo que añade un punto de interés a este tramo de la temporada.
Nadal se ha recuperado de los problemas en la espalda que lelimitaron en Australia y solo aspira, "de momento, a mantenerme sano el próximo mes y medio para tener mis opciones de competir a un buen nivel. La situación en la que nos encontramos tampoco ayuda a jugar a menudo, así que voy día a día, como siempre". El tenista de Manacor, que abrirá ante el ganador del Mannarino-Delbonis, considera que llega bien preparado y busca su decimosegundo título en Montecarlo en una edición especial "en la que vamos a echar de menos a la gente". En este contexto, Nadal entiende que Roland Garros se haya retrasado una semana "si eso significa que va a poder haber más público" y, por eso, confía en que "la vacunación vaya lo más rápido posible para que todo vuelva a la normalidad lo antes posible".
Djokovic también acabó tocado físicamente el Abierto de Australia y tiene un regreso peliagudo porque en su primer duelo le espera el vencedor del Ramos-Sinner, dos tenistas que están en buen momento. "No he hecho nada en particular para prepararme. A lo largo de mi carrera he tenido parones y he regresado jugando a buen nivel. He entrenado bastante sobre tierra batida y aquí en Montecarlo me siento como en casa. Me siento bien físicamente, pero a nivel mental lo he pasado un poco mal porque he echado de menos competir en torneos. Tengo muchas ganas de poder jugar mi primer partido", asegura el número 1 del mundo.